Esta enfermedad, habitualmente, desaparece por sí misma, aun sin tratamiento. La fiebre cede y el sarpullido desaparece solo sin dejar marcas. El médico puede recetar un antitérmico para bajar la fiebre.
Esta enfermedad, habitualmente, desaparece por sí misma, aun sin tratamiento. La fiebre cede y el sarpullido desaparece solo sin dejar marcas. El médico puede recetar un antitérmico para bajar la fiebre.