10 consejos para que los niños viajen seguros en carretera

Antes de iniciar cualquier desplazamiento, independientemente de su duración, es imprescindible realizar una serie de comprobaciones en el sistema de retención infantil (SRI)
Prisas, golpes, trayectos cortos o descuidos… El verano ‘pasa factura' en las sillitas y las precauciones deben extremarse para garantizar una operación retorno segura

Miles de familias ponen punto y final a las vacaciones y la gran mayoría escoge el coche para realizar la vuelta a casa. Sin embargo, se estima que en estos trayectos una de cada tres sillitas no se utiliza de forma adecuada o está mal instalada. Cinturones holgados, un uso incorrecto por talla y peso o anclajes y arneses mal ajustados son tan habituales como peligrosos, ya que inciden directamente en el correcto funcionamiento del sistema de retención infantil (SRI) y aumentan las posibilidades de sufrir lesiones graves en caso de impacto brusco o colisión.

Es lo que destacan desde Axkid, fabricante sueco de sillitas a contramarcha, coincidiendo con el inicio de la operación retorno de las vacaciones, prevista para este fin de semana. «En verano muchos padres bajan la guardia a la hora de utilizar correctamente los sistemas de retención infantil. Prisas, juegos, golpes, cambios de temperatura… El interior del coche suele convertirse en un campo de batalla y algunos elementos de la sillita pueden sufrir desajustes, deterioro y micro-roturas y los padres no ser conscientes de ello», valoran.

En este contexto, es necesario recordar que la probabilidad de sufrir lesiones graves en un accidente de coche se reduce hasta un 90% si los niños van sujetos por sistemas de retención infantil a contramarcha. En caso de impacto, la contramarcha permite redistribuir mejor la carga y se reducen los movimientos de la cabeza en relación al frágil cuello del niño. Sin embargo, tal y como destaca Axkid, «un sistema de retención mal instalado es tan peligroso como no llevarlo».

Para optimizar el correcto funcionamiento del sistema de retención y la seguridad de los niños en carretera, el mantenimiento y conservación de la sillita es fundamental. No obstante, con el estrés propio del viaje de vuelta, son muchas las familias que olvidan realizar las comprobaciones pertinentes en los sistemas de retención infantil.

Revisamos algunas de las claves que debemos tener en cuenta para garantizar la seguridad de los más pequeños en carretera:

1.- Revisar la instalación de la silla de coche

Aceite, presión, frenos… No solo es importante revisar el vehículo. Si se viaja con niños, es fundamental revisar la silla de coche a contramarcha y comprobar que el uso diario durante las vacaciones no ha alterado la instalación inicial. Si la silla se instala con cinturón, hay que certificar que este pasa sin doblarse en todos los puntos. Si lleva un sistema Isofix, hay que revisar que ambos pilotos verdes son visibles.

2- Comprobar la estabilidad

Si la silla no queda recta, se mueve o existen dudas sobre la tensión o el ajuste de alguno de sus elementos de seguridad (pata de apoyo, low-tether…), lo mejor es consultar el manual de instrucciones, acudir a un punto de venta o ponerse en contacto con la marca antes de viajar. Una silla mal instalada pierde toda garantía de seguridad.

3.- Supervisar el estado de los arneses

Además de revisar la instalación, hay que comprobar que los arneses no están doblados ni retorcidos. El arnés debe estar ajustado al cuerpo del niño y estar a la altura adecuada (que salgan a la altura de los hombros).

También es adecuado llevar un espejo en el asiento trasero, que deberá ajustarse antes de comenzar el viaje para poder conducir sin distracciones y sin tener que manipularlo durante el trayecto hasta encontrar un ángulo en el que ver al niño a través del retrovisor.

4.- Si se queda dormido…

Si el viaje es largo o se ha planeado que coincida con el tiempo de siesta, hay que ajustar un reclinado superior al habitual que garantice que no se caiga la cabeza del niño hacia delante cuando se duerma.

5.- Orden dentro del vehículo

En un choque a 60 km/h los objetos del vehículo salen propulsados con una fuerza equivalente a 56 veces su peso. Por ejemplo, un teléfono móvil de 200 gramos de peso golpearía a los pasajeros con una fuerza equivalente a 10 kg. Por eso es necesario no llevar objetos sueltos en el interior del vehículo o colocarlos en la guantera y en accesorios organizadores que los mantengan sujetos en caso de frenazo o accidente.

6.- Y en el maletero

Las recomendaciones básicas pasan por colocar los bultos más pesados debajo para no afectar al centro de gravedad, repartir el peso para que un lado no esté más sobrecargado que el otro y sujetar el equipaje, si es posible, para evitar desplazamientos con los movimientos de la conducción. También es importante no sobrecargar el coche en exceso para no comprometer su correcto funcionamiento.

7.- Crecen, luego reajustamos

Cuanto más pequeño es el niño, más inclinado deberá viajar y viceversa. Los bebés necesitan un grado de reclinación muy amplio al principio, que hace que sus pies queden enfrentados al respaldo del asiento. Conforme van creciendo, se puede ir restando ángulo de reclinación. Cuanto más grandes son, más incómodos van reclinados por lo que ajustar bien la reclinación de la silla ayudará a mantener al niño el máximo tiempo posible a contramarcha.

8.- Optimizar y adaptar el viaje

Además de informarse sobre el estado de las carreteras y calcular la ruta evitando las horas punta y de más calor, es importante adaptarse a la edad de los niños en todo lo posible. Programar paradas cada dos horas como máximo para que puedan estirarse, moverse, distraerse o ir al baño, hará el viaje mucho más llevadero. Si se trata de un trayecto muy largo, se puede intentar hacer coincidir al menos una parte con el tiempo de siesta.

9.- Los detalles cuentan

Llevar agua a mano, mantener una temperatura agradable en el coche, vestir a los niños con ropa cómoda, usar fundas en la silla de coche que minimicen el sudor, colocar parasoles en las ventanillas laterales… Los pequeños detalles pueden favorecer o restar comodidad durante el viaje.

10.- Sin excusas

La importancia del SRI es algo que corroboran las cifras de la Dirección General de Tráfico (DGT). En 2017 fallecieron 16 niños menores de 12 años en vías interurbanas. De ellos, 5 no utilizaban ningún sistema de retención infantil. «Pese a ser un elemento central en la seguridad en menores, existe aún un gran desconocimiento y mal uso generalizado», valora Úrsula Villanueva, International Marketing Manager de Axkid. Según la compañía, referente en sistemas de retención infantil a contramarcha en Suecia, en España queda mucho por hacer, especialmente en concienciación.

«Aún vemos comportamientos aleatorios que ponen en grave peligro la vida de los más pequeños bajo pretextos como que el trayecto es corto», valoran desde Axkid. Según datos de la última campaña de sensibilización y control del uso de los sistemas de retención infantil de la DGT, 198 menores no llevaban cinturón de seguridad ni sillita y 41 viajaban en los asientos delanteros.

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