La Ley de Reproducción Asistida permite desde 2006 la adopción de embriones en tratamientos de reproducción asistida. Desde entonces, es una opción cada vez más extendida por su rapidez y menores costes, en un contexto de retraso generalizado en la edad de maternidad.
Según explican desde Zygos, clínica gallega de reproducción asistida, "la adopción de embriones consiste en lo siguiente: Cuando una pareja se somete a un tratamiento de reproducción asistida, se generan una serie de embriones. Una parte de ellos se transfieren a la madre mientras que el resto se congelan mediante un proceso de criopreservación, por si el primer intento no diera resultado. Si la pareja logra llevar su embarazo a término y finalmente tiene a su bebé, surge la pregunta de qué hacer con los embriones congelados sobrantes. Una de las opciones que da la ley es la de donar estos embriones para que los utilicen otras parejas o mujeres solas. De esta forma, se da una nueva vida a estos embriones, cuya calidad además es muy alta ya que han llegado al día 5 de desarrollo, lo que se denomina como estado de blastocito. Esto aumenta las posibilidades de un embarazo exitoso".
La adopción de embriones predomina en aquellas parejas que:
- Ya han recurrido a otros tratamientos de reproducción asistida y no han logrado embarazo todavía.
- Han sufrido varios abortos con sus propios embriones.
- No pueden utilizar sus propios gametos (óvulos y espermatozoides).
- Mujeres sin menstruación por cualquier circunstancia.
- Mujeres en la menopausia. En estos casos, el consenso médico aconseja realizar este tratamiento en mujeres menores de 50 años, ya que más allá de esa edad corre peligro la vida de la madre y del bebé.
- Parejas o mujeres solas que no quieren pasar por los largos trámites de la adopción internacional, cada vez más restrictiva en muchos países. Hay que tener en cuenta que el tratamiento con embriones adoptados dura en torno a 4 semanas desde el momento en que la mujer es declarada apta para recibir el tratamiento hasta la transferencia de embriones, frente a los procesos de adopción internacional, que suelen durar años.
Para llevar a cabo el proceso de transferir embriones adoptados al útero, se prepara previamente a la mujer mediante medicación orientada a ensanchar las paredes del útero y así aumentar las posibilidades de que se produzca embarazo y éste llegue a buen término.
Debido a las características de este tratamiento, su precio es menor que la Fecundación In Vitro "tradicional" (FIV-ICSI) ya que el proceso de generación de embriones ya se ha realizado.
Además, en la selección de embriones se tienen en cuenta las características fenotípicas de la pareja para que las similitudes del bebé con los padres sean las máximas posibles.
El aumento en la edad de maternidad (32 años de media) y el auge de los nuevos modelos de familia, están favoreciendo el incremento de la adopción de embriones como opción reproductiva.