El elevado aumento de las personas fallecidas ahogadas en lo que va de 2017, 246 desde enero hasta el pasado 15 de julio, convierte estas cifras en las más altas de los últimos tres años. El registro contrasta con las 167 producidas en 2015 y se traduce en un 47 % más de víctimas en los distintos espacios acuáticos tanto marítimos como de interior en España.
Proyecto+Vida incide en que para contrarrestar ese aumento y proteger la salud cardíaca de la ciudadanía es clave instalar desfibriladores de uso público y extender la formación RCP entre el personal de las zonas. Asimismo, la Fundación Española del Corazón (FEC) insiste en que aumentar la formación RCP puede reducir notablemente las muertes por paro cardíaco.
Esta capacitación social permite una reacción más temprana y eficaz ante esta clase de incidentes cardíacos. Según los registros de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS), en 2016 hubo un total de 437 ahogamientos en los espacios acuáticos nacionales. Los ahogamientos pueden conducir a paros cardíacos en los afectados, por lo que toma especial importancia que tanto los trabajadores de estos lugares como la ciudadanía sepan reaccionar ante estos incidentes en cualquier momento.
Por su parte, en 2017 se han producido ya 19 ahogamientos en piscinas, cuando la cifra de todo 2016 llegó a un total de 30. A pesar de que las piscinas son espacios en los que es habitual la presencia de socorristas, estos fallecimientos resaltan la importancia de realizar formación RCP y familiarizar a la sociedad con el uso de desfibriladores junto con el respeto a las normativas de seguridad establecidas.
A través de la iniciativa de Proyecto+Vida #MásVidaEnVerano se ha impartido esta capacitación entre menores, ya que la educación de los niños tiene un papel crucial en la cadena de supervivencia. La difusión de la cardioprotección entre los más jóvenes contribuye a generar solidaridad y conciencia social acerca de la importancia del cuidado cardíaco y de cómo la reacción temprana ante paros cardíacos puede salvar muchas vidas.
En los espacios acuáticos se reúne un número importante de personas en verano, que pueden sufrir potenciales paros cardíacos tanto de forma natural como por pertenecer a grupos de riesgo. Por tanto, complementar los servicios de salvamento con formación en RCP y la presencia de desfibriladores es una medida esencial para evitar el aumento de ahogamientos este verano.