El acné es uno de los problemas más frecuentes en la piel del adolescente, según informan desde el Servicio de Dermatología y Dermoestética del Hospital Vithas Xanit Internacional, perteneciente al grupo sanitario Vithas, representando la principal causa de consulta de los jóvenes de entre 12 y 18 años. Se trata, además, de una patología que, en muchas ocasiones, puede llegar a repercutir psicológicamente en el adolescente ya que casi el 50% de los jóvenes se sienten acomplejados por el acné.
"Casi el 100% de la población padecerá acné, de mayor o menor intensidad, al menos una vez en su vida", según explica el Dr. Herrera Acosta, Jefe del Servicio de Dermatología y Dermoestética de Vithas Xanit Internacional. "Se trata de un problema dermatológico que preocupa mucho a los jóvenes en la actualidad, siendo la primera causa de consulta dermatológica entre la población joven. Muchos acuden a consulta buscando encontrar tratamientos efectivos que ofrezcan una solución lo más rápida posible a su problema porque, en ocasiones, esta patología llega incluso a dificultad sus relaciones sociales", añade.
La mayoría de los casos de acné son de carácter leve, con granos dispersos que aparecen de forma esporádica en la zona de la frente, nariz y barbilla. Si el acné se caracteriza con un mayor número de puntos negros que, en ocasiones, coinciden con espinillas o lesiones inflamatorias hablaríamos de acné moderado. Algunos casos de acné moderado se prolongan hasta los 30 años. En los casos más graves de acné severo se podría incluso llegar a sobrepasar esa edad, observándose en esos casos muchas lesiones y muy grandes, que suelen durar más tiempo y que requieren de un tratamiento más intenso.
"Es importante conocer los cuidados que debe tener nuestra piel durante la edad adolescente para poder controlar mejor el acné, porque existen muchos mitos sobre esta patología, como, por ejemplo, que la exposición solar no la mejora o que el chocolate y las comidas grasas pueden causar el acné, pero son sólo creencias sin fundamentar ya que el acné es una alteración cutánea que hay que pasar antes o después", explica el Dr. Herrera Acosta. "La clave está en el cuidado diario de la piel. Limpiarla diariamente, usando un jabón neutro y agua tibia por la noche; tonificarla también a diario, aplicando un tónico suave y sin alcohol e hidratarla cada día usando también protección solar (al menos de factor 15) tanto en invierno como en verano. Semanalmente, se recomienda realizar una exfoliación de la piel y aplicar una mascarilla para limpiar o desincrustar la grasa de los poros", añade.
En algunas ocasiones el acné puede sobrevenir por el uso de algún medicamento, corticoides u hormonales, o por el contacto con algún producto industrial. "Si se usa maquillaje, los dermatólogos recomendamos que sean productos dermo-cosméticos específicos, libres de grasa con sustancias activas que lo mejoren y quiten el brillo que provoca la grasa. La piel debe limpiarse posteriormente con productos específicos para el acné. Cuando se tiene acné es recomendable retirar las cremas o productos de belleza que no sean esenciales o estén especialmente indicados para su tratamiento. Y, por supuesto, es fundamental no tocarse los granos ni las espinillas, porque pueden infectarse y dejar marca en un futuro. Cuando el caso es más grave y pasamos a un acné moderado, debemos consultar con un especialista en dermatología que nos indique el tratamiento más adecuado a seguir.", explica el Dr. Herrera Acosta.