Los expertos alertan sobre el aumento de casos de legionelosis con el calor. Los sistemas de agua caliente (duchas, jacuzzis, etc.) y los equipos de disipación de calor que usan agua, como las torres de refrigeración y los condensadores evaporativos, son instalaciones de riesgo para el desarrollo de la bacteria responsable de la legionelosis.
Por ello, el buen mantenimiento de estas instalaciones de agua en casa es la mejor medida preventiva que a título particular se puede adoptar para prevenir los brotes de legionelosis.
Además, si los sistemas de aire acondicionado vinculados a torres de refrigeración no tienen un buen mantenimiento y no se llevan a cabo tratamientos higiénicos utilizando un desinfectante autorizado y haciendo una serie de limpiezas al año para garantizar que la bacteria se encuentre controlada, pueden producirse casos de legionelosis.
Según afirma José Mª Ordóñez Iriarte, presidente de la Sociedad Española de Sanidad Ambiental, los titulares de las instalaciones tienen que ser conscientes de que son los responsables "de que se lleven a cabo los programas de mantenimiento periódico, las mejoras estructurales y funcionales de las instalaciones, así como el control de la calidad microbiológica y físicoquímica del agua, con el fin de que no representen un riesgo para la salud pública".