SACHAJUAN aprovecha su experiencia en el mercado capilar para ofrecer un decálogo pensado para que el pelo no sufra los efectos negativos de esta estación.
Cada año recordamos cómo debemos proteger nuestra piel del sol, pero se nos olvida que también el pelo sufre con los factores externos del verano. La sal, el cloro, el viento, la arena, las temperaturas extremas o la sobreexposición solar pueden afectar al cabello provocando la pérdida de densidad, color y brillo, y perjudicando además a su hidratación y al cuero cabelludo. SACHAJUAN, la gama de productos capilares desarrollados a base de extractos de algas marinas creada por los reconocidos peluqueros suecos Sacha Mitic y Juan Rosenlind, ha elaborado un decálogo que ofrece consejos para impedir, en la medida de lo posible, que el verano pase factura a nuestra melena.
- Seguir una dieta equilibrada. Una alimentación sana, rica en verduras, frutas y legumbres, es el mejor aliado para proteger al cabello contra las agresiones externas del verano. Hidratarse adecuadamente es fundamental.
- Sanear las puntas. Deben cortarse antes de comenzar el verano para ayudar a sanear la melena y al finalizarlo, para evitar el pelo quebradizo y ayudar a que crezca con más fuerza.
- Aplicar cremas con filtros solares. No sólo se debe proteger la piel del sol. También el cabello requiere de esos cuidados. Debemos elegir un protector solar adecuado que, preferiblemente, actúe después del baño para prolongar la protección.
- Utilizar sombreros o pañuelos. A parte de las cremas protectoras, conviene usarlos para evitar la exposición intensiva del sol y los rayos UV y UVB. Los peinados sin raya protegen el cuero cabelludo y evitan las quemaduras. Llevar el pelo recogido en una coleta es la mejor opción y, además, evita que se enrede.
- Lavar el cabello después del baño. El cloro, la sal y la arena debilitan, resecan y palidecen el color natural del pelo y, sobre todo, el teñido. Si no es posible, enjuagarlo con agua tibia y dulce inmediatamente después del chapuzón.
- Secar el pelo tras el baño. Procurar secarlo en la medida de lo posible. Hay que evitar frotarlo bruscamente para no dañarlo ni debilitarlo, ya que el rozamiento de las fibras capilares desencadena su rotura.
- Utilizar un champú nutritivo. Son imprescindibles para reparar el cabello, aportar estructura, reconstruir la fibra capilar, aumentar el brillo y la estabilidad, y proporcionar volumen. Cuanto más natural y menos agresivo sea, mejor.
- Proteger el pelo teñido. Es el que más sufre los efectos negativos del verano. Lo más efectivo es usar a diario un champú con baja acidez que proteja el color, y potencie el brillo y el cuerpo.
- Aplicar un acondicionador sin aclarado o un reparador. Es necesario utilizarlo a diario para rehidratar el cabello, acondicionar en profundidad, recuperar la vitalidad y reavivar el color.
- No abusar del secador y las planchas. Utilizarlos en exceso daña la raíz y provoca su posterior caída. Se deben eludir las temperaturas altas y el pelo se debe secar a una distancia prudencial. Para evitar el encrespamiento, mejor usar productos de alisado.