El acoso escolar aumenta un 18% en diez años con cada vez más casos de ciberbullying en edades tempranas

Con motivo del Día Internacional contra el Bullying, que se celebra cada 2 de mayo, la Copa COVAP, iniciativa deportiva y educativa infantil y PantallasAmigas, asociación que promueve la educación y la ciudadanía digital responsable para evitar situaciones de acoso online, advierten que el ciberbullying se ha incrementado con el paso del tiempo a la vez que la edad de su inicio se ha reducido, con cada vez más casos en etapas educativas tempranas, como en Primaria. Este aumento responde a una tendencia al alza que se ha producido en la última década, en la que los casos de acoso y ciberacoso han aumentado un 18%, como demuestra el informe del grupo de investigación internacional ‘EU Kids Online' sobre el uso que hacen los niños de Internet.

Ante el crecimiento del acoso online por el uso irresponsable de los dispositivos digitales, el cual se puede agravar especialmente estos días en que los niños utilizan durante mayor tiempo los medios de comunicación digital debido al confinamiento decretado para prevenir la propagación de la COVID-19, se pone el foco en el rol de los padres y madres a la hora de gestionar "un problema que es difícil de identificar y que les genera una situación de dolor, impotencia o rabia", según el director de PantallasAmigas, Jorge Flores.

En este sentido, existen síntomas o pistas que podría mostrar el niño y sobre los que hay que prestar atención, como la somatización de su sufrimiento, preocupación, aislamiento, irritabilidad o trastornos del sueño. De igual modo, "ahora que los padres están pasando más tiempo con sus hijos en casa deberían supervisar los contextos de socialización online, especialmente redes sociales, pero sin descuidar videojuegos y herramientas de mensajería", sugiere Flores. Además, recomienda poner límites razonables a la cantidad de uso de las nuevas tecnologías y, ante la sospecha de que pudiera estarse dando una situación de ciberacoso entre iguales, priorizar el cuidado del menor que la sufre, evitando las presunciones o reaccionar de forma exagerada para no empeorar la situación.

Por otra parte, a medida que se pueda salir a la calle con normalidad, estas organizaciones animan a la realización de deportes cooperativos y de equipo como herramienta eficaz contra el ciberacoso, debido a que "la actividad deportiva, concebida como una acción colectiva de disfrute, fortalece lazos, la autoestima y la convivencia de quienes la practican". Esta idea del deporte como medida de prevención e intervención coincide con un reciente estudio realizado conjuntamente por varias universidades españolas, publicado en la prestigiosa revista online ‘The Qualitative Report'.

El ciberacoso, un problema que se puede atajar también desde casa

Las ventajas del ejercicio físico son importantes para prevenir e intervenir en casos de ciberbullying, en especial, a la hora de incrementar la autoestima de los más pequeños. No hay que olvidar que los menores de edad acosados pueden llegar a realizar acciones para compensarla y ganarse la aceptación y el aprecio de otras personas, lo que supone muchas veces poner en riesgo su propia privacidad.

Para atajar esto, debido a que la situación excepcional de cuarentena supone mayor responsabilidad para padres y niños respecto a la prevención del ciberacoso escolar y el acoso online en general, se ofrecen unas pautas esenciales: evitar usar y publicar datos o fotos ajenos sin permiso, no revelar asuntos particulares y ser discretos, respetar a los demás y cuidar las bromas que se hacen en redes sociales o grupos de mensajería. Asimismo, si alguna situación provoca malestar, lo recomendable es desconectar y hacer saber las imprudencias cometidas a los demás, aparte de mostrar respeto por las opiniones de los otros y, si alguien sufre trato injusto y abuso, intentar ayudar eludiendo presuposiciones y conflictos.

No obstante, una vez iniciado el ciberacoso, también deberían aplicarse las siguientes medidas, elaboradas por PantallasAmigas, que llevadas  a cabo en ese orden, pueden contribuir a disminuir el daño:

  • Pedir ayuda y recurrir a los padres o personas de confianza, mejor si son adultas.
  • No responder a las provocaciones, ya que es una ventaja para quienes acosan. Lo más importante en estos casos es mantener la calma y no actuar de forma impulsiva.
  • Actuar sin entender el contexto puede agravar los problemas.
  • Evitar frecuentar lugares donde se sufre ciberbullying, como redes sociales o comunidades online y, en casos extremos, incluso cambiar de perfil o número de teléfono.
  • Eliminar software malicioso con un chequeo a fondo de los dispositivos digitales utilizados, cambiar las claves de acceso a los servicios online, depurar la lista de contactos, y reconfigurar las opciones de privacidad de redes sociales y apps para hacerlas más restrictivas, comunicando también a los contactos que no hagan circular informaciones o fotografías en las que aparezcan.
  • Guardar las pruebas del acoso, tratar de conocer la identidad de los autores, comunicarles que lo que hacen molesta y pedirles sin confrontaciones que dejen de hacerlo.
  • Hacer ver a quienes acosan que sus actos están perseguidos por la ley y emprender acciones legales en casos graves.

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