La Clínica Triora, especializada en tratamientos de rehabilitación de adicciones, alerta, con motivo del Día Mundial de la Salud, que la detección precoz de una persona con una adicción en el ámbito laboral es fundamental para prevenir cualquier alteración en la salud mental, tanto del adicto como de sus compañeros de trabajo.
El consumo de sustancias tóxicas se considera uno de los principales factores que han contribuido a aumentar la incidencia de los problemas de salud mental en España. De hecho, la adicción es considerada uno de ellos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) que define la adicción como una enfermedad física y psicoemocional conformada por deseos que consumen los sentimientos y pensamientos de quien la padecen.
En este sentido, el aumento del consumo de sustancias tóxicas se considera uno de los principales factores que han contribuido a aumentar la incidencia de los problemas de salud mental en España y que puede afectar a uno de cada cinco adultos en su lugar de trabajo. Por ello, es importante reconocer los signos de consumo de drogas en el ámbito laboral, porque una adicción en el trabajo puede comportar importantes cambios y consecuencias, también para el resto de empleados.
"Las personas con una adicción padecen trastornos de la salud mental y esto les lleva a realizar acciones que pueden ser perjudiciales para él y también para sus compañeros. No son muchas las empresas en España que dispongan de políticas establecidas para dejar de estigmatizar esta enfermedad, pero que, a la vez, sin que ello afecte negativamente al resto de empleados", afirma Joaquín Descals, director médico de Triora.
La adicción, ya sea al alcohol, drogas, juegos de azar o videojuegos, puede llegar a afectar a la vida laboral de las personas que la padecen y que repercuten entre el resto de trabajadores:
- Creación de situaciones de estrés entre sus compañeros y para el propio adicto con conductas inadecuadas que muchas veces provienen de la angustia que les puede causar la propia adicción.
- Disminución de la atención en el trabajo debido a los efectos de las drogas o el alcohol, lo que puede suponer falta de responsabilidades, olvido de tareas encomendadas o incluso frecuentes bajas laborales. Por ejemplo, el 10% de las personas empleadas han tomado tiempo libre para la depresión, un trastorno grave que puede ser motivado, a menudo, por el consumo de drogas y alcohol. Todo ello puede disminuir el rendimiento del resto de empleados y la productividad en general.
- Nerviosismo constante, episodios de rabia que pueden no estar provocados por ningún motivo concreto y cambios de humor repentinos.
Por estos motivos, la identificación precoz del problema y la motivación para su tratamiento debe ser un elemento fundamental para la prevención de las adicciones en la empresa. De esta manera se consigue no sólo dar apoyo al adicto sino también paliar cualquier problema en el entorno de trabajo.
"Muchas veces la problemática recae en la manera en la que se trata a una persona con un problema de adicción, lo que supone también una situación de estrés para aquellas personas que lo han detectado y no saben cómo actuar. Por este motivo es tan importante la realización de sesiones de prevención por parte de la empresa en el que todo empleado esté informado del proceso que se seguirá en caso de detección de una adicción y sepa actuar frente a una situación complicada", concluye Descals.