La llegada de un nuevo tratamiento con resultados prometedores corregiría la anemia asociada a la enfermedad renal crónica

La enfermedad renal crónica, generalmente acompañada por la anemia desde fases tempranas, es la pérdida progresiva de la función renal

La enfermedad renal crónica (ERC) afecta a una de cada ocho personas, de las que una de cada cinco sufre también anemia debido a la incapacidad del riñón para producir eritropoyetina y a un aumento del déficit de hierro por la inflamación crónica. Para estos pacientes y los especialistas que les tratan, son alentadores los resultados de un nuevo tratamiento que contribuiría a la adecuada corrección de la anemia en las personas con ERC. Esta es una de las principales conclusiones que se desprende del foro '¿Podemos mejorar nuestro manejo de la anemia renal?', organizado por Astellas Pharma, en el marco del 50º Congreso de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), celebrado entre el 6 y el 9 de noviembre de forma virtual.

Concretamente, en el foro, se trataron los retos pendientes en el manejo de la anemia, como el balance entre el riesgo-beneficio de la ferroterapia IV y otros problemas de los tratamientos actuales. Asimismo, se destacó que los inhibidores orales de la prolilhidroxilasa del factor inducible por la hipoxia (IPH-HIF) podrían contribuir a un abordaje integral del tratamiento de la anemia en pacientes con enfermedad renal crónica.

El Dr. José Portolés, Jefe de Servicio de Nefrología del Hospital Puerta de Hierro y Coordinador del grupo de Anemia de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), explica que este es un momento emocionante para los profesionales que trabajan en el campo de la anemia. "Disponer de nuevos tratamientos eficaces y seguros siempre es una buena noticia para médicos y pacientes".

Entre estos nuevos tratamientos, se abordó durante el Congreso la llegada de una nueva clase inhibidores orales de IPH-HIF y que cuentan con un mecanismo de acción diferente a los tratamientos convencionales. Así, se presentaron los primeros resultados roxadustat en el estudio DOLOMITES para el tratamiento de la anemia en pacientes con ERC no dependientes de diálisis y de los estudios PYRENEES y ALPS en pacientes con ERC y anemia (en diálisis y no diálisis), afirmando el especialista que demuestran una corrección de la anemia igual a lo obtenido con los tratamientos tradicionales. Además, "los resultados sugieren que los IPH-HIF podrían funcionar igual en situaciones de inflamación crónica donde las EPO convencionales ven reducida la respuesta. Además, contribuyen con una disminución en los niveles de la hormona hepcidina que es uno de los mediadores de la anemia renal; una utilización más eficiente del hierro con menos aportes y una reducción de los niveles de colesterol".

Realidad del paciente con anemia renal

Se conoce como enfermedad renal crónica a la pérdida progresiva de la función de los riñones, lo que ocasiona un fallo en su capacidad para eliminar toxinas y producir hormonas como la eritropoyetina. El Dr. Portolés explica que, aunque la patología pasa desapercibida hasta fases avanzadas, la ERC es mucho más frecuente de lo que se cree, y la anemia le acompaña. "Estimamos que un 10% de la población adulta española padece algún grado de ERC (enfermedad renal crónica) y la anemia comienza en fases precoces de la ERC, progresando a la par que esta enfermedad".

La ERC se divide en cinco fases, siendo los estadios 1 y 2 los iniciales y los estadios 3 a 5 los más avanzados. De acuerdo con el Dr. Portolés, se estima que un 50% de los pacientes con ERC estadio 3 tiene ferropenia o déficit de hierro, mientras que el 35% tiene anemia, un porcentaje que se eleva hasta el 55% en fase ERC estadio 4 y hasta 65% en fase 5. Además, la anemia se presenta en el 90% de pacientes con diálisis peritoneal y en el 95% de pacientes en hemodiálisis.

"La anemia de la ERC es precoz, progresiva, frecuente y asocia daño directo" señala el Dr. Portolés. Esta afección provoca cansancio, intolerancia al ejercicio, debilidad muscular y por lo tanto una menor calidad de vida en las personas que la padecen, incrementando también el riesgo de ingreso, de un evento cardiovascular y de muerte. Por eso, el principal desafío que afrontan actualmente los especialistas para tratar a los pacientes con anemia renal es corregir esta afección de forma segura y eficaz y para ello se dispone, actualmente, de dos tipos de fármacos: los agentes eritropoyeticos (EPO) y el hierro. No obstante, el especialista en Nefrología expresa que ha visto que "dosis elevadas de estos productos (EPO o hierro) pueden ser perjudiciales para los pacientes si no se manejan cuidadosamente. Todo el tratamiento de la anemia está regulado por unas guías clínicas basadas en investigaciones previas y debe individualizarse para cada paciente, con pautas y objetivos específicos".

Tratamiento con roxadustat

Roxadustat es el primer fármaco de una nueva clase de IPH-HIF, que permite aumentar las concentraciones de hemoglobina mediante un mecanismo de acción diferente al de los fármacos estimuladores de la eritropoyesis (FEE). Como IPH-HIF, roxadustat activa una respuesta reguladora que se produce de forma fisiológica cuando el organismo reacciona a la disminución del nivel de oxígeno en sangre, lo que implica la regulación de múltiples procesos complementarios a fin de promover la producción de EPO y aumentar la capacidad de transporte de oxígeno por la sangre de manera coordinada.

El estudio DOLOMITES, que evalúa la eficacia y seguridad de roxadustat en comparación con darbepoetina alfa para tratar la anemia en adultos con enfermedad renal crónica (ERC) en estadio 3-5 no dependientes de diálisis (NDD), alcanzó su objetivo principal, demostrando la no inferioridad de roxadustat para corregir los niveles de hemoglobina durante las primeras 24 semanas de tratamiento (89,5% vs. 78,0%). De igual forma, roxadustat demostró superioridad en cuanto al tiempo transcurrido hasta el primer uso de hierro intravenoso en comparación con darbepoetina alfa durante las primeras 36 semanas de tratamiento.

Por otra parte, la incidencia global de acontecimientos adversos aparecidos durante el tratamiento fue comparable entre roxadustat y darbepoetina alfa (91,6% y 92,5%, respectivamente). El Dr. Portolés añade que "roxadustat, además, asoció una reducción en los niveles de colesterol (LDL) y menor requerimiento de hierro IV. Todo ello con similares resultados en calidad de vida y control de la tensión arterial".

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