¿No puede leer la etiqueta de un producto en el comercio, ni leer el menú en una carta de restaurante sin un incesante quita y pon de las gafas?; ¿Le molesta las gafas al maquillarse mirándose al espejo?; ¿Le cuesta distinguir el gel del champú a la hora de ducharse?; ¿Desea preservar un aspecto juvenil en un tiempo en el que la imagen proyectada se considera como un valor en alza? A estas y otras preguntas responde Juan Durán de la Colina, director médico del Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología (ICQO), el miércoles, 4 de octubre, a partir de las 19.00 horas, en la biblioteca de Bidebarrieta, en el marco del programa divulgativo Encuentros con la salud en una conferencia que lleva por título Lentes intraoculares: tratamientos actuales para la presbicia. Mitos y realidades.
Durán de la Colina maneja una cifra rotunda que gira alrededor de esta patología. "En mayor o menos medida, toda la población mundial padece de presbicia (vista cansada) en algún momento de su vida. No es algo puntual".
"Además, la vida actual", precisa el especialista, "exige tener una buena visión (ver la televisión, conducir o el manejo de los ordenadores así lo requieren) y esto hace que se detecten más problemas. Por ejemplo", puntualiza Durán de la Colina, "no está demostrado que el ordenador sea malo para la vista, aunque es cierto que provoca molestias por la sequedad que se deriva del escaso parpadeo durante su uso. También hay profesiones que exigen una visión más precisa y eso lleva que algunos candidatos decidan ser intervenidos para eliminar las dioptrías".
Subraya el experto que "es lógico, hasta cierto punto, que una función tan natural del ser humano durante 40 ó 45 años como es la enfocar de lejos a cerca se resienta por el uso". Durán de la Colina puntualiza que "la experiencia acumulada y el desarrollo tecnológico avalan la solvencia quirúrgica, aun a sabiendas que cualquier cirugía tiene un riesgo, por mínimo que sea, que no conviene trivializar".
¿Cuáles son las demandas del paciente? El director médico de ICQO precisa que "muchos de ellos desean mantener los estándares y funciones que han tenido durante toda su vida. En este sentido, hay expectativas ponderadas y otras desmedidas. Las lentes intraoculares multifocales ofrecen unos resultados estimables, es cierto. Pero si alguien cree que va a recuperar la vista que tenía con 19 años está equivocado. Es un falso mito. La dependencia de las gafas será, eso sí, mucho menor".
No obstante, Durán de la Colina puntualiza que "las lentes intraoculares multifocales son cada vez más precisas, habida cuenta el desarrollo tecnológico y la experiencia del cirujano. Sin embargo, requiere una selección de pacientes rigurosa, de hombres y mujeres que comprendan las limitaciones. No conviene olvidar, además, que la intervención requiere unos cálculos complejos y una planificación previa para personalizar las lentes a cada persona. Las lentes no reproducen el sistema de enfoque natural y en ocasiones pueden aparecer sensaciones incomodas como reflejos y sombras".