e estima que ante un problema de fertilidad, las causas se deben tanto a factores masculinos como femeninos. En concreto, los datos clínicos de los que se dispone hasta el momento distribuyen el origen de la infertilidad entre el hombre, la mujer o la combinación entre ambos miembros de la pareja en proporciones similares del 32%.
En la actualidad, un novedoso test permite analizar, de forma muy precisa, los espermatozoides llegando a identificar aquellos con material genético potencialmente dañado, lo que permite obtener un diagnóstico de situación de los mismos muy preciso.
Según explica el Dr. Vicente Badajoz, coordinador del laboratorio de la clínica Ginefiv, "hasta hace un par de años, el diagnóstico de la fertilidad masculina se realizaba principalmente por seminograma que valoraba la movilidad y la morfología de los gametos. Sin embargo, los resultados eran muy dispares en función del momento en que el hombre se sometiera a dicha prueba, por lo que el dato sobre las probabilidades podía estar alterado".
Gracias a los nuevos avances, hoy en día se dispone de tecnologías que "permiten examinar los espermatozoides de manera pormenorizada y poder incluso observar con detalle orgánulos intracelulares, como las vacuolas, que provocan desestabilización en la cromatina", añade el experto.
Asimismo, para conocer las probabilidades reproductivas de la pareja, es fundamental saber también el estado de los óvulos de la mujer. Para ello, se deberá analizar la capacidad funcional de los ovarios, así como el número y la calidad de los ovocitos. Actualmente, se pueden averiguar de manera sencilla y rápida a través del recuento de folículos antrales y del análisis de la hormona antimülleriana, dos marcadores complementarios que ofrecen información precisa sobre las expectativas reproductivas.
Gracias a estas pruebas se puede conocer el diagnóstico integral de la pareja y se obtiene una información imprescindible a la hora de decidir qué técnica de reproducción asistida es la más adecuada para la pareja.