Las hospitalizaciones por eventos cardiovasculares suponen el 77,1% del gasto sanitario en Enfermedad Renal Crónica

La enfermedad renal crónica está altamente infradiagnosticada y suele estar asociada a la hipertensión, la diabetes tipo 2 y a la propia insuficiencia cardiaca

Las hospitalizaciones por eventos cardiovasculares, sobre todo las debidas a episodios de insuficiencia cardiaca, suponen el 77,1% del gasto sanitario en Enfermedad Renal Crónica (ERC). Esto no es sorprendente, ya que la ERC se asocia con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares, progresión a enfermedad renal terminal y mortalidad. En contraste con el anterior dato, la contribución del coste de la medicación al gasto sanitario total en ERC es marginal (6,6%).

Estos datos han sido obtenidos en un estudio observacional, retrospectivo, poblacional realizado en más de 44.000 pacientes españoles atendidos por ERC desde 2015 a 2019, que ha contado con la colaboración de AstraZeneca y en el que ha participado el Dr. Roberto Alcázar, del departamento de Nefrología del Hospital Universitario Infanta Leonor (Madrid). Con este estudio se ha querido profundizar en el impacto que la ERC tiene en los costes sanitarios. "Se evaluaron los costes y el uso de la asistencia sanitaria de los pacientes con ERC. En este sentido, es importante destacar que previamente no existían muchos datos al respecto", explica. El estudio también muestra que el coste medio anual de hospitalización por evento cardiovascular, así como la mortalidad, disminuyeron progresivamente durante el tiempo que se realizó el estudio.

La enfermedad renal crónica es una patología que afectó, según los últimos datos, a casi 700 millones de personas en todo el mundo durante 2017, se espera un incremento de estas cifras debido sobre todo al envejecimiento de la población, así como al aumento de la prevalencia de la hipertensión y la diabetes, sus principales factores de riesgo.

Otros aspectos que contribuyen al coste total de la ERC son las consultas de atención primaria, al especialista y las pruebas diagnósticas. "Un manejo integrado de los pacientes con ERC en entornos de atención primaria y especializada puede reducir los costes", indica el Dr. Alcázar. "Prevenir la aparición y progresión de la enfermedad y su detección precoz es la mejor forma de reducir el consumo de recursos y costes sanitarios. Por tanto, las intervenciones diseñadas para minimizar el deterioro progresivo de la función renal, especialmente en estos pacientes en estadio 3 o 4, pueden reducir la carga económica. Mejorar el manejo de la enfermedad es clave", asegura.

En otro estudio observacional, retrospectivo, poblacional, igualmente realizado con la colaboración del mencionado laboratorio farmacéutico, y llevado a cabo en España durante dos años con el objetivo de hacer un seguimiento de pacientes con ERC, se pone de manifiesto el hecho de que "la población que sufre ERC es predominantemente mayor, con una edad media de 76 años, y con una prevalencia de casos identificados/diagnosticados inferior al 5% con respecto al 15% que marca la prevalencia total de casos de ERC en España en los estudios poblacionales. Esto pone de manifiesto el importante infradiagnóstico que sufre esta enfermedad. Como comorbilidades más frecuentes destacan la hipertensión, la diabetes tipo 2 y la insuficiencia cardiaca", afirma el doctor. "Es tal la relación que existe entre la ERC y la insuficiencia cardiaca que la presencia de una de ellas promueve el desarrollo de la otra, y viceversa". De hecho, la insuficiencia cardiaca puede ser una complicación precoz de la ERC. "Esto también se ha observado en la población general con diabetes tipo 2".

La ERC puede reducir de forma significativa la esperanza de vida a medida que la función renal va disminuyendo, y también porque aumenta el riesgo de sufrir trastornos cardiovasculares como la insuficiencia cardiaca, pudiendo finalmente producir la muerte al evolucionar a enfermedad renal terminal. El infradiagnóstico es otro de los grandes problemas observados, así como la falta de detección precoz de la enfermedad. "Esta enfermedad en España es una condición clínica con mal pronóstico y tratamiento subóptimo. Hay margen de mejora en el manejo de la enfermedad", concluye el doctor.

Incluso con toda la información que aportan estos estudios, todavía no existe demasiada concienciación entre los pacientes y los profesionales de la salud sobre el gran impacto de la enfermedad renal crónica, tanto a nivel asistencial como desde el punto de vista económico.  

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