Las terapias por ondas podrían mejorar la autonomía en personas con daño cerebral, deterioro cognitivo y trastornos del sistema nervioso

Las terapias de estimulación cerebral por ondas son técnicas no invasivas que mejoran alteraciones cognitivas, motoras, funcionales, conductuales y emocionales. Estas técnicas ayudan a personas afectadas por daño cerebral adquirido como el ictus, deterioro cognitivo como el Alzheimer, y trastornos del sistema nervioso como el dolor neuropático o el TDAH, a potenciar sus capacidades con el objetivo de conseguir la mayor autonomía posible.

Real Butterfly es pionero en la aplicación de terapias por ondas como el Neurofeedback, el entrenamiento en P-300 y la Estimulación Eléctrica Transcraneal (tDCS) para mejorar las funciones y capacidades de usuarios con distintas patologías.

El concepto sobre el que se sustentan estas terapias no farmacológicas implementadas por el centro es la neuroplasticidad, que es la capacidad de las neuronas de nuestro cerebro para crear nuevas conexiones nerviosas como respuesta a estímulos intrínsecos y extrínsecos. Estas podrían facilitar nuevos aprendizajes, nuevas estrategias para la realización de acciones, y nuevas huellas de memoria que se pondrían en funcionamiento una vez activadas. Como consecuencia, el cerebro podría aprender y modificar su estructura.

El Neurofeedback es una técnica de condicionamiento operante donde los participantes aprenden a modificar su actividad eléctrica cerebral mediante sencillos ejercicios de estimulación. Es una técnica no invasiva de gran utilidad para patologías como la epilepsia o el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), y que a través de centros como Real Butterfly, también está aplicándose con éxito en personas con deterioro cognitivo. La técnica del Neurofeedback puede ayudar al manejo de las propias ondas cerebrales. En enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, el patrón de ondas cerebrales está invertido, lo que se traduce en una menor capacidad de atención y una menor concentración reflejadas negativamente en el resto de funciones cognitivas. Esta terapia pionera podría mejorar el estado cognitivo general de las personas tras unas 15 ó 20 sesiones de entrenamiento, según el consenso de umbral terapéutico.

Los potenciales relacionados con el evento (ERPs) son la respuesta del cerebro ante un estímulo exterior. El componente P-300 se considera un índice de memoria de trabajo, que es aquella que permite integrar percepciones en periodos cortos con el recuerdo de experiencias pasadas. Esta es imprescindible para el día a día, ya que permite actividades tan básicas como mantener conversaciones, leer y sumar. Además, resulta fundamental para la reflexión y la resolución de problemas. Los resultados del entrenamiento en P-300 están directamente relacionados con la memoria de trabajo. Esta  novedosa línea de aplicación surge de la colaboración entre el Centro Avanzado de Neuroterapia Real Butterfly y el grupo de investigación Cerebro, Afecto y Cognición de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). A través de este trabajo conjunto se han desarrollado protocolos capaces de obtener mejoras cuantitativas en la memoria de trabajo.

Por último, la estimulación eléctrica transcraneal (tDCS) es un método no invasivo de terapia por ondas mediante impulsos eléctricos de muy baja intensidad que favorece el aprendizaje de las neuronas cuyo funcionamiento se haya visto afectado tras un daño cerebral. Esta estimulación puede combinarse con terapias tradicionales de relajación y control consiguiendo efectos acumulativos y perdurables en el tiempo, y facilitando la recuperación de la funcionalidad de la persona.

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