La diabetes tipo 1 afecta más frecuentemente a la población joven y su control depende de la administración diaria de insulina, la hormona que regula los niveles de glucosa en la sangre. Conseguir administrarla como lo hace el páncreas en las personas sanas es un objetivo prioritario del tratamiento para los endocrinólogos infantiles y pasa necesariamente por el desarrollo de nuevas tecnologías. Así se ha puesto de manifiesto durante la XI Jornada de Avances en Diabetes y la XXII Jornada de Diabetes en el Niño y el Adolescente, organizadas por la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica (SEEP) con la colaboración de Lilly y en las que han participado 130 profesionales sanitarios que se dedican en España al abordaje de la diabetes infanto-juvenil.
"Nuestro objetivo es conseguir administrar la insulina de la forma más parecida a como lo hace un páncreas normal y para ello, tenemos que estar preparados en el uso de las nuevas tecnologías disponibles, que están avanzando a pasos agigantados", ha asegurado la doctora Isabel González-Casado, endocrinóloga pediátrica del Hospital Universitario La Paz en Madrid, quien ha dirigido el comité organizador de las jornadas. Las múltiples dosis de insulina subcutánea, las bombas de insulina o los avanzados sistemas para monitorizar la glucemia de manera más precisa y sin dolor son algunas de las herramientas existentes que ayudan, de acuerdo a esta experta, a una correcta administración del tratamiento. Sin embargo, ha añadido, queda para el futuro "avanzar en las tecnologías hasta llegar al páncreas artificial".
La influencia de la microbiota en la aparición de la diabetes tipo 1
Aparte del desafío tecnológico, otro de los retos pendientes en la diabetes infantil discutido durante las jornadas ha sido la prevención, dirigida a evitar la enfermedad en sujetos predispuestos o a detectarla en fases muy precoces y así, actuar para que no avance y derive en complicaciones en diversos órganos como ojos, riñones, sistema nervioso o sistema circulatorio. En este sentido, los expertos han abordado el papel de la microbiota y los factores ambientales en la aparición de la diabetes tipo 1, un campo de creciente interés en los últimos años en el estudio de la patología.
"Parece que la microbiota, y por tanto la alimentación, y la permeabilidad intestinal están relacionadas con el sistema inmune y, concretamente, con la diabetes tipo 1 como factores ambientales que podrían, o bien proteger, o bien predisponer a la misma. Estos factores ambientales y otros descritos pero no bien conocidos actuarían sobre individuos con una determinada predisposición genética. Dada la edad a veces tan precoz de inicio de la diabetes tipo 1 en los niños, es muy importante poder identificar estos factores ambientales, pero todavía queda mucho por descubrir", ha explicado la Dra. González-Casado.
El aumento de la prevalencia de la diabetes tipo 2 en niños y adolescentes
Respecto al relativamente reciente aumento de la diabetes tipo 2 en niños y adolescentes, la experta ha rebajado la importancia del incremento para el caso español, pero sí ha dejado claro que las cifras de obesidad son preocupantes. "Aunque existe un aumento enorme de la obesidad en nuestro país en niños y adolescentes, no existe tanto aumento de diabetes tipo 2 a diferencia, por ejemplo, de Estados Unidos. Esto posiblemente esté relacionado con determinados factores genéticos u otros no bien conocidos. Lo que sí es cierto es que tiene que haber una sensibilización por parte de todos para evitar la obesidad en nuestros niños y adolescentes promoviendo hábitos de vida y de alimentación saludables", ha concluido la doctora.