Los expertos destacan la importancia de la alimentación y un estilo de vida saludable en la prevención de enfermedades del corazón

Aproximadamente, 520 millones de personas en el mundo conviven con enfermedades cardiovasculares

Durante la última semana de septiembre celebramos a nivel mundial la Semana del Corazón, y concretamente hoy día 25, se celebra el Día Mundial del Corazón, una ocasión que tiene como objetivo informar a la población sobre la necesidad de desarrollar hábitos de vida saludables como medida de prevención de las enfermedades que afectan a uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo.

Según la Fundación Española del Corazón, la enfermedad cardiovascular (ECV) es la principal causa de muerte en el mundo. De manera combinada, las condiciones que afectan al corazón o a los vasos sanguíneos como, por ejemplo, un ataque cardiaco, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardiaca matan a 20,5 millones de personas cada año. Y según una encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística, en España se estima que hay más de 10 millones de personas que padecen enfermedades y patologías relacionadas con el corazón. Por lo tanto, en el Día Mundial del Corazón se hace necesario insistir en que corregir malos hábitos y fomentar un estilo de vida saludable es prioridad fundamental para cuidar de la salud cardiovascular, ya que según la Organización Mundial de la Salud, la mayoría de las enfermedades cardiovasculares pueden prevenirse actuando sobre factores de riesgo nocivos como el consumo de tabaco o una mala alimentación.

La Dra. Lina Badimon, directora del Programa ICCC Cardiovascular del IR-Hospital de Sant Pau de Barcelona y miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), destaca que "la cardiopatía isquémica y el accidente cerebrovascular son dos de las patologías que más preocupan a la población, dado que las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en España". Por ello, la prevención de eventos cardiovasculares es una de las preocupaciones de la población en general. En este sentido, los hábitos de alimentación y el estilo de vida tendrían una incidencia directa en la salud.

Los resultados de diversos estudios han sugerido que el aumento de la adherencia a dietas de tipo mediterráneo se relaciona con un riesgo reducido de este tipo de eventos. La evidencia científica apunta a que, mantener un patrón de vida saludable como es la Dieta Mediterránea, en la que se incluye la ingesta moderada de bebidas fermentadas, podría ayudar a disminuir los factores tradicionales de riesgo cardiovascular y tener efectos protectores directos sobre los vasos sanguíneos. "De esta forma, combinado la alimentación saludable con ejercicio estaríamos ayudando a prevenir el envejecimiento prematuro y a mejorar nuestra calidad de vida", destaca la Dra. Badimon.

Las bebidas fermentadas, como pueden ser la cerveza, el vino o la sidra, en un consumo moderado en adultos sanos pueden ayudar a disminuir los factores tradicionales de riesgo cardiovascular y tener efectos protectores directos sobre los vasos sanguíneos, tal y como explica la Dra. Badimon. De hecho, según algunos estudios, el consumo moderado y regular de cerveza en las comidas principales ejerce un efecto protector en la aparición y progresión de la aterosclerosis, así como sobre distintos factores clásicos de riesgo cardiovascular, especialmente en la población con riesgo cardiovascular moderado, por su contenido en polifenoles.

"El consumo moderado de cerveza se asocia con efectos positivos en la función del colesterol HDL (colesterol bueno), que aumentan su capacidad de proteger contra la oxidación del colesterol LDL (colesterol malo), y mejoran el transporte reverso del colesterol que puede evitar la deposición de lípidos en la pared del vaso sanguíneo", señala la especialista, añadiendo que estudios han puesto en evidencia que el consumo moderado de cerveza disminuye la respuesta inflamatoria de la vía del inflamasoma en células del sistema inmune. Asimismo, otra de las investigaciones sobre el consumo moderado de cerveza y la salud cardiovascular en modelos preclínicos concluye que la ingesta moderada de cerveza podría proteger frente a lesiones miocárdicas agudas asociadas a la isquemia y favorecer la función cardiaca global.

Finalmente, la doctora destaca que "es abundante la evidencia científica con la que contamos que demuestra cómo nuestro estilo de vida y, en particular, nuestros hábitos de alimentación inciden en nuestra salud. Las bebidas fermentadas, por su contenido en antioxidantes y oligoelementos pueden ser interesantes desde el punto de vista de la protección cardiovascular, siempre y cuando se refiera consumo moderado de alcohol para adultos sanos entre 200-300 ml al día para mujeres y 400-600 ml al día para hombres adultos sanos, siempre acompañado de otros alimentos sólidos".

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