Más de 1.100 casos de recién nacidos hijos de madre COVID-19 documentados por neonatólogos españoles

En más del 60% de los casos se ha mantenido la no separación de la madre de su bebé. La tasa de prematuridad ha sido especialmente elevada (15,7%) frente a la habitual del 6,5%

Uno de los temas centrales este año en la V Jornada Nacional de Neonatología, que se alterna bianualmente con el Congreso Nacional de Neonatología, es el impacto de la pandemia COVID-19 en los recién nacidos, hijos de madres enfermas de COVID-19 durante el embarazo o en el parto, y sobre los recién nacidos que se han infectado después del nacimiento en España.

La Junta Directiva de la Sociedad Española de Neonatología (SENEO) evidenció muy pronto que no existían datos fiables sobre el impacto de la infección por SARS-CoV-2 en los recién nacidos.

El Dr. Manuel Sánchez Luna, presidente de la SENEO, comenta cómo los datos iniciales provenientes de estudios chinos eran muy preocupantes, pero poco fiables: en estos estudios iniciales los expertos chinos recomendaban la separación inmediata tras el parto de los recién nacidos hijos de madres con COVID-19, evitar la lactancia materna y en algunos casos mantenerlos separados hasta la negativización de la infección materna. "Ante la gravedad de la situación, la SENEO tomó la decisión de iniciar una serie de consultas con otros grupos de investigación y entidades oficiales".

En este sentido, fueron importantes las consultas que personalmente hizo el Dr. Sánchez Luna con la Sociedad Italiana de Neonatología; ya que ellos llevaban más tiempo padeciendo la infección, y con otros organismos como Naciones Unidas. Tras estas consultas se optó por realizar una serie de recomendaciones oficiales que fueron posteriormente consensuadas con el Ministerio de Sanidad."La colaboración entre las instituciones ha sido importante para llegar a estos consensos".

Por su parte, la comisión de infecciones de la SENEO, y en especial su coordinadora, la Dra. Belén Fernández Colomer, han tenido un papel fundamental en el registro. Así, las recomendaciones de la SENEO ante el nacimiento de un recién nacido de una madre infectada por SARS-CoV-2 o con alta sospecha de estar infectada se resumen en atender a ese recién nacido con las medidas de asepsia propias de un parto normal pero con máxima protección del personal sanitario que lo atiende; realizar un clampaje tardío del cordón umbilical y hacer contacto piel con piel con la madre, al igual que en otro parto sin infección COVID-19, pero manteniendo la mascarilla de la madre. "Desde luego, no está indicado la separación de la madre de su hijo, ni el baño inmediato del mismo, algo que puede ser muy contraproducente", explica la Dra. F. Colomer.

Además, se debe evitar la separación de la madre de su hijo, tanto si el resultado del test de PCR para SARS-Cov-2 es positivo en el recién nacido tomado nada más nacer, como si no lo es. Y sobre todo fomentar la lactancia materna, "pues no existía evidencia de transmisión del virus ni intraútero ni a través de la lactancia materna, ya que los casos comunicados han sido ocasionales y esporádicos", concluye.

Registro Nacional COVID-19

Con el fin de confirmar la eficacia y seguridad de estas medidas, la SENEO creó un registro nacional de recién nacidos hijos de madres COVID-19. En el registro, que comenzó la recogida de datos el 3 de abril, colaboran 110 hospitales de forma desinteresada y sin financiación.

En la actualidad, el registro dispone de más de 1.100 casos documentados. Es probablemente el mayor registro de estas características y los primeros datos han sido ya aceptados para su publicación científica en revistas de alto prestigio.

En cuanto a los resultados, los neonatólogos afirman que no podemos descartar al 100% la transmisión del virus antes del nacimiento desde la madre, pero de ser así los escasos casos muy dudosos han evolucionado satisfactoriamente.

En más del 60% de los casos se ha mantenido la no separación de la madre de su bebé, se ha mantenido el contacto piel con piel al nacer y la lactancia materna. Cuando esto no ha sido posible, los motivos han sido la gravedad de la enfermedad de la madre o la necesidad de hospitalizar al recién nacido, generalmente por prematuridad, ya que la tasa de prematuridad ha sido especialmente elevada (15,7%) frente a la habitual del 6,5%.

En cualquier caso, los recién nacidos hijos de madres COVID-19 no han padecido una enfermedad clínica sugestiva de infección por coronavirus y la evolución ha sido favorable salvo por los problemas relacionados por su prematuridad.

En otros casos, la separación de la madre de su hijo ha sido necesaria por la imposibilidad estructural de mantener a ambos aislados en habitaciones individuales, pero estos casos han sido poco frecuentes.

También se han registrado 48 recién nacidos que se han infectado o bien en la comunidad tras el alta hospitalaria o durante su hospitalización. En todos los casos la enfermedad ha sido leve, el tratamiento sintomático y la evolución favorable.

La SENEO insiste en sus recomendaciones

La Sociedad Española de Neonatología quiere sin embargo hacer una llamada a la población y los sanitarios para mantener las medidas de higiene y protección de los recién nacidos en esta pandemia que está aún lejos de terminar. El hecho de no haberse notificado una enfermedad grave puede que esté en parte relacionado con la buena gestión de la protección higiénica de estos y el fomento de la lactancia materna, algo que indudablemente protege a los recién nacidos.

Igualmente queremos hacer una llamada de atención sobre la protección de los recién nacidos, sobre todo aquellos nacidos prematuramente o con problemas relacionados con su prematuridad, o portadores de cardiopatía congénita para protegerles frente a las infecciones provocadas por los virus respiratorios, propios de la estación que comenzamos y muy especialmente por el virus respiratorio sincitial (VRS).

"Es importante reforzar las medidas de higiene, evitar ambientes cerrados y el contacto con personas con síntomas respiratorios, así como con el humo del tabaco. En el grupo de recién nacidos de riesgo, como son fundamentalmente los prematuros y los que padecen enfermedades respiratorias crónicas relacionadas con la prematuridad, la administración de una inmunoglobulina intramuscular es altamente eficaz para reducir el riesgo de hospitalización en más del 60% de estos últimos los casos y hasta el 78% en los prematuros".

Sabemos que el confinamiento y el refuerzo de medidas higiénicas han sido importantes en la reducción de estos casos respiratorios en países en los que el invierno ya está finalizando, por ello es fundamental mantener la vigilancia, ya que la posibilidad de infecciones por varios virus simultáneamente puede ser aún más problemática.

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