La compañía global de servicios de salud Cigna Corporation ha presentado hoy los resultados su último estudio ‘360o Wellbeing Survey 2019: Well and Beyond', informe anual que examina la percepción de bienestar de la población respecto a cinco áreas clave: familia, finanzas, salud física, entorno social y situación laboral. En España, la encuesta muestra que los españoles han mejorado su salud durante los últimos doce meses, especialmente en el contexto social, familiar, económico y laboral.
La inclusión de nuevos temas de salud hace de esta quinta edición la más completa hasta la fecha. El tema del estudio de 2019 es ‘Well and Beyond', una llamada a la acción para concienciar sobre la importancia de hacer del bienestar una prioridad. El objetivo de Cigna es promover la salud y bienestar, sensibilizando sobre la necesidad de que las personas tomen el control de su propio bienestar y ofreciendo las herramientas para que den mayor relevancia a su salud.
Según esta encuesta internacional, España supera a varios mercados, situándose en séptimo lugar con una valoración de 62.7/100, 1,7 puntos más que el año pasado, registrando también mejoras en los índices social, familiar, laboral y financiero. El único aspecto que no remonta es la salud física, que baja 2,3 puntos respecto 2018, a causa de una alimentación poco saludable, a la escasa práctica de ejercicio y a unos malos hábitos del sueño.
Aunque la mayoría de los aspectos del bienestar están en alza, el tiempo destinado a los más allegados sigue siendo deficiente. Y es que, a pesar de que los encuestados reconocen tener más amigos con los que hablar abiertamente, no pasan suficiente tiempo con ellos. Lo mismo ocurre con la interacción familiar, con un 36% de encuestados satisfechos, en comparación con el 42% de 2018 y el 46% de 2017. También se percibe mayor descontento en cuanto al horario laboral y a las relaciones con los compañeros de trabajo y supervisores. La preocupación por el entorno económico actual y a cómo puede afectar a las finanzas personales es otro de los puntos a mejorar, aunque sí se ha percibido mayor positivismo en la situación económica a corto plazo.
Los programas de bienestar en el lugar de trabajo tienen bajos índices de participación
España es uno de los países menos estresados: solo 71% de los encuestados reconoce sufrirlo, frente al 84% de promedio mundial. Con respecto al estrés inmanejable, los españoles también puntúan por debajo de la media general. El hecho de que solo el 60% sienta que está en un entorno "siempre activo", en comparación con el 64% global, podría ser la causa de esta diferencia.
Pese a que los niveles de estrés no son tan altos como en otros mercados, casi 9 de cada 10 sienten su impacto en el lugar de trabajo, haciendo alusión a un "ambiente deprimente" y "menos productividad" como sus principales consecuencias negativas.
En cuanto a los programas de salud y bienestar en la empresa, el 72% afirma que la entidad donde trabaja no le proporciona este tipo de iniciativas, muy por encima del promedio mundial (54%). En el momento de analizarse qué entienden por "programa de salud y bienestar", el 42% de los españoles cree que se trata de políticas centradas únicamente en la promoción y cuidado del bienestar físico, sin contemplar la salud mental. A esta falta de conocimiento se une la escasa participación de los empleados en este tipo de acciones: menos de la mitad de los que tienen un programa de bienestar participan en él, con una tasa del 7%.
"Al igual que en otros mercados, España está rezagada en lo que respecta a los programas de bienestar en el lugar de trabajo, ya que los empleadores lo dan por sentado y el interés de los empleados no es alto. Además, el bienestar mental, tan relevante en estos días, no recibe la atención que merece", explica Ana Romeo, Directora de Recursos Humanos de Cigna España. "El desarrollo de programas que prioricen el bienestar general, así como el aumento de las tasas de participación, debe ser el objetivo de las empresas si desean prosperar, minimizar las bajas por enfermedad y retener a empleados comprometidos y altamente motivados".
A España le va mejor que a la mayoría cuando se trata de indicadores de salud del corazón
Los indicadores de salud cardiovascular también presentan mejores resultados en España si se comparan con el resto de los países analizados. Tal y como muestra el estudio, el 62% conoce su índice de masa corporal (IMC) (en comparación con el 51% a nivel mundial) y el 69% revisa periódicamente su presión arterial (frente al 66% general). Cuando se trata de conocer los síntomas que pueden indicar posibles problemas cardíacos, la noción española es similar al promedio mundial.
"A la hora de prevenir cualquier enfermedad cardíaca y disminuir el riesgo cardiovascular, es primordial identificar y revertir aquello que puede causarla, como puede ser el estrés", puntualiza la Dra. Marta López Tomás, eHealth Medical Manager de Cigna España. "Nuestra encuesta revela que uno de cada cuatro encuestados no cree que la presión arterial alta se pueda evitar o revertir cambiando nuestros hábitos de vida, tales como practicar actividad física, mantener un peso adecuado, seguir una dieta saludable o evitar el tabaco. Esto nos lleva a pensar que es necesario mejorar los conocimientos respecto a la salud del corazón, especialmente entre los millennials, los que menos informados están a este respecto. Además, únicamente una cuarta parte de los encuestados utiliza wearables para controlar su salud cardiovascular, un número que debería ser mayor dada la accesibilidad que caracteriza a dicha tecnología".
Enfermos crónicos, los más interesados en la salud móvil
Solo la mitad de los encuestados utiliza alguna aplicación de salud, ya sea para consultas, diagnósticos o con el objetivo de concertar citas médicas, y únicamente el 22% lo considera útil. A este respecto, los enfermos crónicos presentan mayor interés que sus familiares respecto a este tipo de herramientas, probablemente debido a sus ventajas y facilidad de acceso.
La mayoría de encuestados todavía opta por la atención directa, como la asistencia en el hogar por parte de compañías privadas de atención médica (consideradas muy importantes por aquellos con enfermedades crónicas o familiares con estas patologías), o los centros de día para niños y ancianos. Por tanto, aún se prefiere la interacción personal cuando se trata de la salud, aunque después de experimentar la accesibilidad y la asequibilidad, esta percepción podría cambiar rápidamente.