En Universidad de Iowa, en los Estados Unidos, se ha llevado a cabo un estudio que pone de manifiesto que el uso prolongado de tacones altos puede favorecer el deterioro de las articulaciones y la aparición de artrosis de rodilla. Estos resultados serán presentados en la próxima reunión de la Sociedad Americana de Biomecánica.
El objetivo del estudio era analizar los efectos que los tacones producen en las extremidades inferiores al caminar, evidenciándose que, si bien los tacones altos no provocan osteoartritis, sí existe un mayor riesgo de presentar problemas de este tipo cuanto mayor es la altura del tacón.
Para el estudio se seleccionaron 15 Salud de la mujeres que tuvieron que caminar con zapatos de tres alturas diferentes: planos, de unos cinco centímetros y más de ocho centímetros de tacón. Se utilizaron sensores, acelerómetros y cámaras de medición para analizar las fuerzas que actúan sobre la articulación de la rodilla y la fuerza que mueve el cuerpo al caminar.
Se observó que el tacón determinaba algunas características del modo de andar, siendo éste más lento y con zancadas más cortas conforme era mayor la altura del tacón. También se registró una mayor compresión de la rodilla con los tacones más altos. También se pueden producir distensiones en la espalda.