Ya está aquí. Un año más la Selectividad (ahora denominada como EBAU) supone el colofón a muchos meses de estudio y a un arduo proceso que implica un cambio en las condiciones y hábitos de vida de los estudiantes. Se trata de un periodo donde el esfuerzo y la dedicación plena se convierten en los elementos esenciales. Sin embargo, durante los días previos al examen la situación puede convertirse en muy estresante para el candidato generando, incluso, episodios de ansiedad e inseguridad. Este año serán en torno a 40.000 los estudiantes andaluces que busquen su acceso a la universidad, y muchos de ellos presentarán diferentes problemas o comportamientos relacionadas con el sueño o la alimentación. Su estado de ánimo se puede ver alterado y los pensamientos pueden estar caracterizados por la anticipación negativa, la dicotomía o la obsesión, entre otros rasgos.
Para evitar esto, Vanesa Tejón, psicóloga del Hospital Vithas Xanit Internacional, perteneciente al grupo sanitario Vithas, el cual cuenta en España con 19 hospitales y 27 centros monográficos Vithas Salud, expone una serie de sencillas recomendaciones que ayudarán a que los estudiantes puedan gestionar esas horas previas de la forma más eficaz y, de este modo, fomentar un mejor desempeño en la realización de las distintas pruebas de evaluación.
El descanso y las rutinas deben ser innegociables
Descansar correctamente durante todo el proceso preparatorio es fundamental para preparar con garantías cualquier tipo de prueba, ya sea esta académica, deportiva o mental. En el caso de los exámenes de Selectividad, la importancia de este descanso durante los días previos es todavía mayor. "Mi consejo es que mantengan las rutinas de sueño que hemos tenido hasta ese momento, y que sintamos que nuestras horas de descanso son suficientes para el rendimiento de nuestro cuerpo y mente" asegura la psicóloga.
Al igual que sucede con el sueño, también debemos mantener las rutinas diarias que hemos venido desarrollando durante los meses previos: levantarse a una determinada hora, hacer ejercicio, ducharse, etc "Todo esto hará que nuestro cerebro perciba unos estímulos reconocidos a diario favoreciendo tu concentración, memoria y relajación".
Los atracones nunca fueron buenos
Por otro lado, Vanesa Tejón afirma que "no es aconsejable darnos el típico atracón de última hora a estudiar ya que, seguramente, esto potencie nuestro estado de ansiedad y estrés. No es momento de aprender cosas nuevas, sino de de repasar y afianzar los conocimientos adquiridos durante los últimos meses. Lo ideal es que el último día dejemos descansar a nuestro cerebro y, como mucho, demos breves repasos mentales al temario".
Principales consecuencias de un proceso largo y exigente
La preparación de estas pruebas de acceso a la universidad implica, por norma general, la renuncia a una gran cantidad de aspectos en la vida diaria del estudiante. Este nuevo ‘estilo de vida' conlleva una serie de consecuencias como el descenso del tiempo de ocio, cambios en los hábitos de vida (alimentación, sueño, ejercicio, etc), aislamiento social, estrés, fluctuación de nuestro estado a autoestima, etc. Todo ello quedará en un segundo plano si el resultado final es el esperado.