Hoy, 21 de diciembre, se celebra el Día Nacional del Niño con Cáncer. El cáncer es una proliferación anormal e incontrolada de células que puede ocurrir en cualquier órgano o tejido. Se origina cuando un grupo de células escapa de los mecanismos normales de control en cuanto a su reproducción y diferenciación. Puesto que la transformación maligna de una célula puede suceder en cualquier momento del desarrollo celular, el cáncer puede aparecer en cualquier etapa de la vida.
Según la Asociación Española contra el Cáncer, el cáncer pediátrico más común es la leucemia, conjuntamente con los tumores cerebrales. Las tasas de incidencia del cáncer infantil en España oscilan entre 4 y 40 casos por cada 100.000 niños. Se trata de la causa de mayor mortalidad en los niños entre los 5 y 14 años y la segunda causa entre los niños de 15 a 24 años, después de los accidentes.
En la actualidad, la mayoría de los pacientes pediátricos con esta enfermedad tienen cura, gracias al uso combinado de gran variedad de agentes quimioterápicos, cirugía y radioterapia. La tasa de supervivencia de niños afectados de cáncer en España es del 70%, según los datos del Registro Nacional de Tumores Infantiles. Esta cifra supone un incremento del 15% en la tasa de supervivencia en relación a la de los años ochenta.
Con respecto al conocimiento de la enfermedad por parte del niño, los expertos consideran que la falta de información puede producirle mayor tensión y ser el origen de fantasías perturbadoras. Por otro lado, se ha comprobado que los niños que son conscientes de la gravedad de la enfermedad sufren mayor ansiedad pero los niños a los que nunca se les ha comunicado su diagnóstico también se dan cuenta de la ansiedad que existe en las personas que les rodean y su estado anímico se ve afectado. Por ello, es fundamental explicar cuidadosamente al niño su enfermedad y ayudarle a superar sus temores.