Stop Sida lanza una campaña de reducción de riesgos para usuarios de chemsex

La campaña fomenta la autonomía y el conocimiento del usuario en la gestión de los riesgos para su salud sexual durante la realización de esta práctica sexual
La ONG de la comunidad LGTB+ barcelonesa puso en marcha en 2015 el Servicio chemsex Support, único servicio en la ciudad que aborda los riesgos de esta práctica

Stop Sida ha lanzado una campaña de vídeos que promueve la reducción de riesgos y el fomento de la salud sexual entre aquellas personas que practican chemsex: fiestas sexuales prolongadas en el tiempo (desde sesiones de horas a varios días) en el que los participantes consumen drogas para intensificar el placer que pueden combinar con diferentes productos para mantener la erección. En este tipo de encuentros, el consumo de drogas produce una alteración de la percepción del riesgo que genera una mayor vulnerabilidad, lo que hace imprescindible que los usuarios sean conscientes de los posibles riesgos y daños para tomar decisiones de forma más adecuada para proteger su salud. Un estudio llevado a cabo por Stop Sida y el CEEISCAT (Centre d'Estudis Epidemiolòegics sobre ITS i la SIDA a Catalunya) afirma que el 11,5% de las personas encuestadas habrían participado en este tipo de encuentros durante el último mes. 

La campaña consta de tres vídeos sobre diferentes formas de actuar en un contexto de chemsex para reducir los riesgos y la vulnerabilidad además de tener información sobre los efectos de las drogas y las mejores estrategias para reducir los daños: Chungo, Tina y Slam. El primer vídeo analiza cómo reducir los riesgos de que se produzcan desmayos ("chungos" en lenguaje coloquial) a partir de la dosificación en el uso y la consciencia de sus efectos en función de las mezclas o el consumo. También se abordan otro tipo de consumos en un par de vídeos que abordan el slam y el consumo de tina. 

Chemsex Support

Esta campaña de información se complementa con el servicio Chemsex Support (chemsex.info), en funcionamiento desde 2015 y por el que han pasado más de 60 hombres gays y bisexuales. En el servicio, no se culpabiliza al usuario por sus hábitos sexuales o de consumo, ni se pretende que abandone las prácticas de chemsex, sino que, en función de sus propias necesidades y decisiones, se aborda la reducción de riesgos para la salud tanto sexual como emocional y física.

Desde una perspectiva de empoderamiento personal, el servicio se define como una respuesta comunitaria, desde y para la comunidad LGBT+, entre iguales, con el fin de racionalizar, reducir o, en otros casos, dejar el consumo de drogas, mejorar el cuidado de la salud sexual y disminuir los efectos negativos, derivados o reforzados por la práctica del chemsex, en la vida de las personas. Se ofrecen atención psicosocial personalizada, asesoramiento en gestión de consumo y psicoterapia, confidencial y gratuita, y, en los casos que lo necesitan, derivación a la Red de Atención a la Drogodependencia. 

Reducción de riesgos

Dentro de las estrategias de intervención social para abordar el consumo problemático de drogas, la "reducción de riesgos" es un planteamiento que parte de la autonomía del individuo para tomar sus propias decisiones y la gestión del riesgo. La información sobre cómo gestionar el consumo o cómo dejarlo son el centro de esta estrategia. Este tipo de abordaje está asumido por las políticas públicas en la mayoría de países europeos y está apoyado por la administración española, a partir del Plan Nacional Contra Drogas. Además, cuenta con el apoyo de instituciones internacionales como la Organización de Mundial de la Salud. Diferentes estudios muestran cómo esta estrategia es una de las más efectivas para minimizar los efectos negativos de las drogas en sus usuarios, así como para la reducción o eliminación del consumo.

Necesidades de los usuarios

La ONG impulsó el estudio "Consumo de drogas y su relación con el sexo: Escuchando las voces de un grupo de hombres gays y bisexuales de la ciudad de Barcelona que practican chemsex" (Fernández Davila, P. 2017), presentado a finales del año pasado, para poderse aproximar a la realidad de este fenómeno en la capital catalana y detectar las necesidades de los usuarios de este tipo de encuentros para poder ofrecerles herramientas para la gestión de su salud sexual. Según el informe, una de las necesidades es la de informar y acompañar para gestionar el consumo de drogas y los riesgos para la salud sexual pensado, desde una perspectiva LGBT+ y teniendo en cuenta las vulnerabilidades que se pueden desarrollar con esta práctica. Los usuarios quieren información sobre cómo gestionar su consumo de drogas o cómo dejar de consumir, como gestionar su sexualidad, su relación de pareja, sus emociones y cómo cuidar de su salud sexual, sentirse mejor consigo mismo y cómo mejorar las relaciones personales y la gestión del tiempo.

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