Un 70% de supervivientes de cáncer infantil tiene secuelas que "no son atendidas"

Cada año se diagnostican en España cerca de 1.500 casos de cáncer infantil
Según la Sociedad Internacional de Oncología Pediátrica, cerca de un 70% de supervivientes presentan secuelas tras el tratamiento

La Asociación Española Contra el Cáncer en la Comunidad Valenciana ha lanzado el programa ‘Pañuelos Amarillos' orientado a supervivientes de cáncer infantil y sus familiares. El programa, cofinanciado por los presupuestos participativos de la Generalitat Valenciana a través de la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública, pretende visibilizar las necesidades de este colectivo y darles una respuesta desde el punto de vista psicosocial.

Según el Registro Español de Tumores Infantiles, cada año se diagnostican en España cerca de 1.500 casos de cáncer infantil, un 10% en la Comunidad Valenciana, siendo la leucemia, los linfomas y los tumores del sistema nervioso central los cánceres más comunes. "La supervivencia media del cáncer infantil y adolescente ha incrementado exponencialmente en los últimos años hasta situarse por encima del 80%. Como consecuencia de lo anterior, ahora somos capaces de ver cuáles son las dificultades tanto para los propios supervivientes como para la familia, problemáticas que necesitan una respuesta", explica Tomás Trenor, presidente autonómico de la Asociación Española Contra El Cáncer en la Comunidad Valenciana.

Consecuencias físicas, psicológicas y sociales

Y es que, como señala la Sociedad Internacional de Oncología Pediátrica (SIOP), dos de cada tres supervivientes presentan secuelas tras el tratamiento. Las consecuencias varían en función del tipo de cáncer, el tratamiento o la edad del niño y pueden tener implicaciones físicas, como dificultades de reinserción educativa o problemas emocionales, a las que se suma el impacto en la familia.

Solo a nivel físico, se pueden dar problemas endocrinos, cardiovasculares, digestivos, pulmonares y respiratorios tal y como recoge la Sociedad Americana de Oncología Médica (ASCO en inglés) además de retrasos en el crecimiento o problemas de fertilidad. "Tras la quimioterapia, nos encontramos muchos supervivientes con fatiga crónica y, debido a la cirugía o al propio tumor, también hay alteraciones neurológicas y motoras", asegura Tina Barahona, psicooncóloga de la asociación.

A nivel psicosocial, una vez superada la fase de tratamiento activo, los síntomas de ansiedad y depresión y el miedo a la recaída son frecuentes tanto entre los supervivientes como en la familia. "Parte de esta sintomatología se explica por los cambios en la imagen que puede presentar los superviviente (alopecia parcial permanente, obesidad o talla baja, cicatrices, etc.) y esto interfiere en su integración social", añade la psicooncóloga.

Para afrontar esta fase, desde la asociación defienden que es necesario intervenir también en el núcleo familiar, que se ha visto obligado a adaptarse a una nueva vida o a modificar su vida anterior a causa de las consecuencias o secuelas generadas por el paso de la enfermedad. "Como unidad de cuidado precisa una valoración y un abordaje de sus necesidades tanto en la supervivencia temprana como a largo plazo", explica Barahona.

Grupos de ayuda mutua y talleres de sexualidad

Ante esta situación, psicooncólogos y trabajadores sociales de la mencionada asociación han puesto en marcha el programa "Pañuelos Amarillos" con actividades dirigidas a atender a los supervivientes y sus familiares, además de acciones de sensibilización con los centros educativos, el personal sanitario y población general.

Entre octubre y diciembre, se desarrollarán distintos talleres que van desde la orientación laboral y los recursos sociales disponibles hasta técnicas de relajación y de gestión emocional para los supervivientes y familiares y se pondrán en marcha grupos de ayuda mutua para crear redes de apoyo. "Existen temas que no se hablan después del cáncer, como es el caso de la sexualidad. Algunos tratamientos pueden implicar problemas de fertilidad, por eso hemos querido organizar este tipo de taller, dividido por edades, que resuelve dudas y ofrece respuestas para favorecer una sexualidad favorable", aclara la experta.

Volver a las aulas, otro reto para los supervivientes

Además, se realizarán actividades de sensibilización en el aula y se volcarán recursos educativos para padres y madres y profesionales del ámbito de la educación, que se complementarán con programas de mentorización para facilitar la reinserción en centros educativos de los supervivientes. "Al finalizar el tratamiento, se dan problemas de concentración y dificultades de ajuste a la escuela tanto a nivel académico como en el plano de relación con los iguales y con el profesorado, que no recibe la información necesaria para conocer las necesidades de este colectivo, al igual que los padres. Necesitamos orientales", afirma Ana Isabel Martínez, psicooncóloga de la asociación.

Por otro lado, el programa cuenta con mesas comunitarias para impulsar la promoción de hábitos de vida saludable en este colectivo. "En Castellón estamos organizando una mesa de debate el próximo 17 y 18 de octubre en la Universitat Jaume I (UJI) en la que intervendrá una nutricionista y una madre de un superviviente para poner de manifiesto la importancia de adquirir hábitos de vida saludables no solo porque las secuelas físicas del tratamiento pueden exigir un cuidado mayor, sino por prevenir hábitos o conductas que implican mayor riesgo para este colectivo", expone Luisa Martínez, psicooncóloga de la Asociación en Castellón.

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