Embarazo

El embarazo puede ser el momento ideal para adoptar nuevos hábitos de vida, más sanos y saludables.

Es conveniente que la embarazada mantenga, en lo posible, su ritmo habitual de vida social, de ocio, etc., tratando de adaptarse a la nueva situación.

Alimentación durante el embarazo

Tener una alimentación variada, equilibrada y agradable favorece el desarrollo adecuado del embarazo y una buena salud del feto y de la madre. Es mejor comer poca cantidad de muchos alimentos que comer pocos alimentos en mucha cantidad. La embarazada no tiene que comer por dos, como tradicionalmente se decía, sino que ha de hacerlo dos veces mejor.

Es importante tener en cuenta las recomendaciones de siempre: cenar dos horas antes de irse a la cama, no saltarse ninguna comida ni hacerlas excesivamente copiosas…

Es conveniente distribuir los alimentos en cinco o seis comidas a lo largo del día comenzando por un buen desayuno, especialmente en los últimos meses del embarazo. Esto ayudará a tener mejores digestiones, y reducirá la acidez y la sensación de hinchazón.

Durante este periodo, la embarazada aumentará entre 9 y 13 kg de peso. Este aumento se nota sobre todo a partir de la 20 semana de gestación.

La embarazada va a necesitar un aumento moderado de proteínas, hidratos de carbono, grasas, minerales y vitaminas. Cada uno de estos nutrientes va a tener una función importante para el desarrollo de una nueva vida; por eso, la dieta debe contener una amplia variedad de alimentos.

Recomendaciones generales

• Esmerar la higiene en la preparación y manipulación de los alimentos (lavado frecuente de las manos, utensilios y superficies donde se preparan los alimentos).
• Cocinar adecuadamente los alimentos y, en la medida de lo posible,  consumirlos  nmediatamente después. Los alimentos que se guarden se han de calentar adecuadamente antes de consumirlos.
• No comer carne o huevos crudos o poco cocinados, o embutidos poco curados, especialmente durante el primer trimestre del embarazo.
• Los quesos frescos deberán ser pasteurizados. Reducir el consumo de grasas, patés, quesos y embutidos.
• Comer preferentemente carne magra y carne de ave sin la piel.
• Reducir el consumo de productos preparados industrialmente o precocinados.
• Comer alimentos ricos en fibra, como legumbres, verduras, fruta natural y cereales integrales (pan integral).
• Preparar los alimentos preferentemente a la plancha o hervidos, pero siempre bien hechos.
• Tomar tanto líquido como apetezca (agua, zumos naturales, caldos, sopas...). Conviene tomar de 1,5 a 3 litros de agua al día.
• Moderar el consumo de té, café y bebidas estimulantes azucaradas.
• Reducir el consumo de dulces.
• Moderar el consumo de sal y utilizar sal yodada en la preparación de los alimentos.

Seguridad alimentaria durante el embarazo

Dependiendo de su estado, los alimentos pueden contener organismos nocivos y provocar enfermedades. También los contaminantes químicos presentes en algunos alimentos pueden causar problemas de salud.

Higiene

• Dúchate con jabones neutros e hipoalergénicos. Mantén la piel hidratada. No te hagas duchas vaginales.
• Cuida de forma especial tus dientes y encías después de cada comida. Es aconsejable hacer una visita al dentista.
• Utiliza un sujetador sin aros, adaptándolo a los cambios de volumen que experimentan las mamas a lo largo del embarazo.
• Lleva ropa holgada, evita las fajas abdominales; la media corta o calcetín no deben comprimir las piernas.
• Lleva calzado cómodo (con medio tacón, de unos 3-4 cm).

​Sexualidad

Las relaciones sexuales pueden seguir como antes de estar embarazada pero tratando de acomodaros a la nueva situación que estáis viviendo. Si os surgen dudas o temores, es conveniente que lo comentéis entre vosotros y lo consultéis con quien está haciendo el seguimiento del embarazo. De todos modos, las relaciones con penetración se pueden mantener durante toda la gestación salvo que exista alguna contraindicación (pérdida de sangre por la vagina, amenaza de parto prematuro, rotura de la bolsa de las aguas). Procurad adoptar posturas cómodas.

Sueño

Es posible que durante el primer trimestre del embarazo te encuentres más cansada. Trata de aumentar las horas de descanso. Procura dormir ocho horas al día; si puedes, haz una pequeña siesta.

Medicamentos

No te automediques. Toma sólo lo que te indique tu médico.

Drogas, alcohol y tabaco

• El consumo de drogas, como la cocaína, el éxtasis, etc., el alcohol o el tabaco son perjudiciales para ti y para el feto.
• En caso de que consumas alguna droga, es preciso que cuanto antes busques ayuda profesional para abandonar su consumo.
• No tomes bebidas alcohólicas. Durante el embarazo, el alcohol pasa al feto y puede dañarlo seriamente.
• No fumes. El embarazo te proporciona la mejor oportunidad para intentar dejar de fumar. Se trata de tu salud y de la de tu futuro hijo. Si necesitas ayuda para dejar de fumar, díselo a tu matrona o consulta en tu centro de salud.
• Evita los sitios donde esté permitido fumar. Si tu pareja o alguien de tu entorno fuma, pídeles que no lo hagan en tu presencia.

​Trabajo

Durante el embarazo, puedes desarrollar tu trabajo habitual, siempre que no requiera un gran esfuerzo físico. No deberás realizar trabajos en los que se manejen productos tóxicos o estés expuesta a radiaciones.

Actividad física

Están aconsejadas y son beneficiosas todas las actividades deportivas que no supongan realizar movimientos bruscos ni requieran un gran esfuerzo físico. Las más recomendables son la marcha y la natación.

Higiene postural

A medida que va avanzando el embarazo, se va acentuando la curvatura que hay al final de la espalda, lo que hace que la cabeza y los hombros vayan hacia atrás.

Las siguientes indicaciones te ayudarán a conseguir y mantener la fortaleza y elasticidad de tus músculos en buen estado. Ante todo, no realices movimientos bruscos.

Procura no estar sentada o de pie y quieta durante mucho tiempo.

Si tienes que estar de pie y quieta, adopta una postura cómoda:

• Separa algo los pies, flexiona ligeramente las rodillas y relaja los hombros.
• Te ayudará también flexionar y extender los dedos de los pies y ponerte de puntillas.
• Apoya un pie sobre un objeto de pequeña altura manteniendo la rodilla doblada. Haz luego lo mismo con el otro pie. Esto te ayudará a descargar la espalda.

​Si tienes que agacharte, flexiona las rodillas manteniendo la espalda recta.

Cuando estés sentada, apoya la columna contra el respaldo y coloca, si te es posible, un pequeño cojín en la parte inferior de la espalda. No cruces las piernas.

Al levantarte, no lo hagas bruscamente. Si estás acostada, gírate hacia un lado flexionando las rodillas, desliza las piernas hacia afuera y, apoyándote sobre el hombro y el brazo, incorpórate para sentarte en el borde de la cama.

Si tienes que levantar un peso, dobla las rodillas y, con la espalda recta, acércalo lo más posible al cuerpo. Luego, levántalo.

Si has de llevar algún peso, es mejor que lo repartas entre los dos brazos y, si no, que cambies el peso de brazo cada poco tiempo.

Si vas a hacer la compra, es conveniente utilizar un carro, llevándolo siempre hacia delante, como el coche de un bebé.

Otros cuidados

• Rayos X: antes de que te realicen una exploración con rayos X, comenta al personal sanitario que te atiende que estás embarazada.
• Los viajes, en coche o en avión, no suponen un peligro durante el embarazo, aunque es preferible evitar los viajes largos a partir del séptimo mes.
• Cuando viajes en coche, lleva siempre abrochado el cinturón de seguridad, aunque el trayecto sea corto. Durante el embarazo, debes colocar la cinta inferior del cinturón por debajo del vientre.
• Si tienes que hacer un viaje largo en coche, descansa cada dos horas, sal del coche y pasea un poco.
• Evita una exposición excesiva al sol. No lo tomes durante las horas en que más calienta. Utiliza siempre filtros solares adecuados a tu piel. Si te aparecen manchas en la cara, no debes utilizar despigmentantes hasta después del parto.
• Toma precauciones ante el contacto con gatos, perros y pájaros, aunque sean los tuyos. Así evitarás posibles contagios de enfermedades infecciosas que pueden afectarte a ti o al feto.