El estreñimiento es un proceso patológico muy frecuente entre la población actual de los países desarrollados. La primera dificultad a la hora de hablar de este tema es definir qué se entiende por estreñimiento, ya que es muy subjetivo su padecimiento, dependiendo de las diferencias sociales, culturales y de alimentación de la población.
Se considera que la defecación debe ser un proceso indoloro, que no precise esfuerzo importante y que sea completo. Hay que tener en cuenta que, en la población general, la frecuencia de las deposiciones varía entre tres veces al día y tres veces por semana.
Basándose en los comentarios previos, se define el estreñimiento como aquel proceso en el que la frecuencia de las deposiciones es menor de tres veces por semana y se caracteriza por dolor o molestias y esfuerzo al defecar. Es habitual que se acompañe de dolor abdominal (retortijones), meteorismo (gases) y emisión de heces duras y muy por debajo del peso normal (200 g/día).
Durante el embarazo, están presentes unos niveles elevados de progesterona, que son responsables del aumento del tiempo del tránsito intestinal por disminución de la motilidad. Con esto se provoca un aumento en la absorción de agua y electrólitos que endurece y disminuye el volumen de las heces, lo cual agrava aún más el estreñimiento.
Se ha podido comprobar, asimismo, que los niveles de la hormona denominada motilina están disminuidos. Esta hormona estimula el movimiento del estómago y del intestino, por lo que su descenso favorecería una disminución de la motilidad normal, actuando del mismo modo que los niveles elevados de progesterona.
También ayuda la presión que ejerce el útero sobre el recto dificultando su total vaciamiento y es por eso por lo que el estreñimiento se acentúa en el tercer trimestre del embarazo.
Otros factores implicados específicamente en este periodo de la gestación suelen ser los dependientes de la alimentación, como la disminución de la fibra en la dieta y de la ingesta de líquidos (para evitar la sensación de plenitud), la utilización de suplementos de hierro oral (habituales a partir del primer trimestre) y los factores locales, como las hemorroides (frecuentes por dificultad de retorno venoso).