Educación infantil - Lo fundamental - Qué es

El objetivo de la educación infantil no es la simple acumulación de conocimientos teóricos o prácticos, ni tampoco aprender a "ganarse la vida", aunque eso también es importante. Una definición de educación podría ser aprender a dirigir la propia vida. Esto implica actuar con conductas autónomas, tener capacidad de autogobierno y saber elegir. La ausencia de un marco de referencia para actuar puede afectar seriamente a la personalidad de un niño que queda expuesto al riesgo de adoptar otros parámetros no deseables. Todo niño necesita reglas lo suficientemente flexibles como para no coartar su libertad, aunque esa flexibilidad no supone en ningún caso que puedan romperlas.

Hoy en día, los padres se sienten abrumados por su obligación de educar a sus hijos y centran su atención en que  les falte nada, no sólo con respecto a las necesidades básicas (alimentación, vestido, etc.), sino también en cuanto a cualquier cosa que  demanden.

Los niños quieren de modo inmediato todo lo que tienen los demás. Pero no puede caerse en la permisividad, pues supondría que crezcan sin prepararse para vivir con menos comodidades, que se vuelvan caprichosos y egoístas, que carezcan de la capacidad de salir adelante con menos medios y que se hagan dependientes y materialistas, víctimas del miedo a depender de ellos mismos en la edad adulta e incapaces de ser responsables de sus propias vidas y de sus familias.

En este contexto, los hijos no son conscientes de tener deberes para con la familia y son incapaces de respetar a sus padres y a los demás, por lo que se vuelven egocéntricos y descontrolados. Cuando llega la pubertad, que es cuando los chicos sienten la libertad como una de sus principales aspiraciones pese a no ser capaces de hacer un buen uso de ella, se convierten en un auténtico problema para sus padres.

Para una buena convivencia familiar es necesario que los hijos colaboren con la familia y que se respeten tanto los derechos de los menores como los de los padres. Los padres deben inculcar a los hijos valores útiles para su vida adulta y para la sociedad, y enseñarles responsabilidad, honestidad, hacer las cosas bien hechas, cuidar de lo pequeño,  ser dignos de la confianza de los demás y superarse. La educación para la libertad implica la responsabilidad personal, la solidaridad y el servicio a los demás.

Perseverancia, responsabilidad, respeto y laboriosidad son las virtudes cardinales para afianzar la personalidad de un futuro adulto equilibrado. Educar a nuestros hijos para que aprendan a dar valor a algunas conductas y comportamientos les ayudará a convivir y a sentirse bien en la sociedad. Valores como la amistad, la comprensión, la tolerancia, la paciencia, la solidaridad y el respeto son esenciales para un sano desarrollo de los niños.

Más en el Canal Salud de los niños

Más canales en saludemia.com

Noticias Relacionadas con Educación infantil

> Ver todas