A los tres años de edad, el crecimiento es todavía lento comparado con el primer año. La mayoría de los niños se vuelven más delgados y pierden la barriguita redonda del bebé que empieza a caminar.
Al cumplir los tres años, el niño ha desarrollado numerosas habilidades que le proporcionan una gran autonomía:
- Corre y salta con facilidad.
- Sube las escaleras sin ayuda.
- Monta en triciclo.
- Se lava y seca las manos.
- Apila diez bloques.
- Dibuja fácilmente líneas rectas y copia un círculo.
- Puede mantenerse de puntillas.
- Utiliza la cuchara bien y se alimenta por sí solo.
- Se viste y desviste por sí mismo excepto para abrochar los botones y atar los cordones.
- Puede concentrarse en tareas durante ocho o nueve minutos.
- Tiene los 20 dientes primarios ("dientes de leche").
- Tiene una visión prácticamente normal.
- Se ha establecido el control de la vejiga y del intestino; utiliza el retrete o un orinal de adiestramiento.
- Puede dormir un total de 11 a 13 horas, así como una pequeña siesta por la tarde.
Aunque cada niño desarrolla el habla a su propio ritmo, los siguientes son algunos de los logros comunes tras cumplir los tres años:
- Debe poder decir de 500 a 900 palabras aproximadamente.
- Los demás entienden lo que dice.
- Habla con frases de dos o tres palabras y avanza a frases de cuatro a cinco palabras.
- Puede recordar rimas o letras de canciones sencillas.
- Dice "por favor" y "gracias".
- Se refiere a sí mismo utilizando su propio nombre.
- Nombra los colores.
El desarrollo cognitivo y emocional sigue avanzando a los tres años:
- Entiende las diferencias de tamaño (por ej.: grande y pequeño).
- Conoce la diferencia entre pasado (ayer) y presente (ahora).
- Comprende las frases largas.
- Entiende las preposiciones (sobre, bajo, con, tras, etc.).
- Utiliza los pronombres personales correctamente (yo, tú, él, a mí, etc.).
- Pregunta "por qué" constantemente.
- Cuenta hasta cuatro objetos e incluso un poco más.
- Dice su nombre completo y edad.
- Puede sentir miedo de ciertas cosas (por ej.: la oscuridad, los monstruos debajo de la cama, irse por el desagüe).
- Intenta solucionar problemas.
- Recuerda determinados acontecimientos.
- Puede señalar la ilustración correcta cuando se le hace una pregunta sencilla acerca de ella.
- Aprende a compartir y le gusta jugar con otros niños.
- Puede esperar su turno.
- Las rabietas son menos frecuentes.
- Empieza a mostrar sentimientos de una forma socialmente aceptable.