Aunque a usted le suponga un gran esfuerzo, realmente lo único que puede hacer es intentar seguir en la medida de lo posible los consejos de su médico. Intente cambiar sus hábitos alimentarios sin que esto signifique tener una dieta monótona o que le deprima. Hay cantidad de alimentos ricos al paladar que apenas contienen colesterol. Si no es capaz de hacer ejercicio de manera habitual, cambie al menos algunas de sus rutinas diarias (si viaja en metro baje una parada antes de su destino, suba las escaleras de casa andando, etc.).
La alimentación hay que cuidarla siempre, en todas las etapas de la vida, pero si está pensando en quedarse embarazada ha de tener en cuenta que una buena alimentación antes del embarazo va a asegurar que tanto usted como el bebé cuenten desde el principio con los nutrientes que ambos necesitan.
En principio, los objetivos dietéticos son similares a los aconsejados a la población general:
- Disminuir el porcentaje de energía aportada en forma de lípidos.
- Disminuir las grasas saturadas.
- Disminuir el colesterol.
- Disminuir el aporte de hidratos de carbono de rápida utilización.
- Aumentar el porcentaje de vitaminas y minerales.
Una dieta saludable se basa fundamentalmente en aumentar la cantidad de cereales, frutas, verduras, tubérculos, hortalizas y legumbres. Debe limitarse el consumo de aceites y grasas, sobre todo de origen animal, con un aporte importante de grasas saturadas.
Intente seguir una dieta lo más variada posible, incluyendo todos los grupos básicos de alimentos. Seleccione los alimentos en función de su calidad y no de la cantidad. Fraccione la alimentación en varias tomas (entre cuatro y seis) a lo largo del día, coma despacio y masticando bien los alimentos. Beba abundante líquido a lo largo del día, preferentemente fuera de las comidas para favorecer la digestión.
Evite el consumo de alcohol. Disminuye el aprovechamiento de ciertos nutrientes (proteínas, hierro, vitaminas del grupo B, calcio...), aporta calorías vacías y, en el momento en que se quede embarazada, su abuso puede provocar malformaciones en el feto.
Casi todas las dietas para aumentar la masa muscular incluyen suplementos alimenticios que, tomados bajo la supervisión de un especialista, suelen cumplir su función sin riesgos importantes para el organismo. No es lo ideal, pero si su hijo se dedica al culturismo o lo practica de manera habitual, simplemente asegúrese de que toma estos complejos bajo indicación del especialista y en la cantidad menor indicada. Suponemos además que basará su alimentación en alimentos como el pollo, la pasta y el plátano. Intente que no dependa exclusivamente de estas dietas para aumentar músculos y volumen, sino de dietas más sanas indicadas para deportistas y no sólo para culturistas.
Para asegurar que tras una dieta no recuperamos peso hay que intentar establecer una dieta de mantenimiento. Si usted pudo perder 15 kilos haciendo una dieta específica, ha de consultar con su especialista para que le recomiende qué pautas seguir tras la dieta realizada. Normalmente el ejercicio habitual y una dieta equilibrada suelen bastar. En su caso, habiendo recuperado ya 9 kilos, no dude en establecer un plan a largo plazo con su especialista, de manera que no tenga que enfrentarse a esta situación cada verano.
Es importante tener en cuenta también que algunas dietas muy estrictas provocan carencias importantes de algunos nutrientes y, cuando terminan, el cuerpo nos requiere estos alimentos vetados durante la dieta. Esto se puede evitar haciendo una dieta que no sea excesivamente estricta o nos haga pasar hambre.
Igualmente, hay que tener claro que las dietas de mantenimiento no se basan en un menú concreto, sino en cambiar los hábitos alimenticios. Es decir, no se trata de "estar a dieta" sino de comer de manera equilibrada.