Por lo general, los médicos no realizan prueba alguna después de un primer aborto espontáneo, ocurrido durante el primer trimestre. A menudo se desconoce la causa de estas pérdidas tempranas de un embarazo. Sin embargo, si es posible, una mujer que sufre un aborto espontáneo durante el primer trimestre debe solicitar que se guarde el tejido del aborto, para su estudio y determinación de las posibles causas. En la actualidad, algunos médicos recomiendan realizar pruebas con este tejido para confirmar que la causa del aborto fue una anomalía cromosómica.
Si una mujer sufre un aborto espontáneo durante el segundo trimestre, es más factible llegar a determinar la causa. Se debe recomendar la realización de algunas pruebas, inclusive análisis de sangre, para descubrir la causa de la pérdida.