Se entiende por antifúngico o antimicótico a toda sustancia que tiene la capacidad de evitar el crecimiento de algunos tipos de hongos o incluso de provocar su muerte.
Los antimicóticos incluyen una amplia variedad de sustancias con diferentes estructuras químicas y mecanismos de acción.
Según su estructura química se dividen en azoles, polienos, alilaminas, lipopéptidos y pirimidinas fluoradas.