Son fármacos que bajan la temperatura corporal elevada o fiebre.
Todos los antitérmicos que se usan habitualmente son analgésicos y algunos de ellos también son antiinflamatorios.
Como promedio, los antitérmicos bajan la fiebre entre un grado y un grado y medio centígrado desde la temperatura que presentaba el enfermo al tomarla. El efecto máximo del antitérmico se produce al cabo de una hora de su administración por la boca.
El ácido acetilsalicílico (AAS) no es recomendable en niños ya que se ha relacionado con la enfermedad de Reye.
Como antitérmico se recomienda el paracetamol (analgésicos). Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno, y el ácido acetilsalicílico (analgésicos), se usan en los casos de inflamación asociada.