El calcio es el principal componente mineral de los huesos. Juega un importante papel biológico en la actividad muscular y es necesario para el buen funcionamiento del corazón y el sistema nervioso. También interviene en la coagulación sanguínea. El hueso es el lugar de almacenamiento del calcio del organismo y cede continuamente calcio a la sangre, que lo distribuye al corazón, al músculo y al sistema nervioso. Cuando no hay suficiente calcio en la sangre, el organismo lo toma del hueso; el calcio del hueso es repuesto al tomar alimentos ricos en calcio en la dieta, y así se mantiene el equilibrio entre la sangre y el hueso.
Los suplementos de calcio se emplean en pacientes que no obtienen el calcio necesario de la dieta o que tienen un aumento en los requerimientos de calcio.
Sus indicaciones terapéuticas son las siguientes:
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Tratamiento de los procesos donde esté indicado aporte de calcio (osteoporosis, tirotoxicosis, etc.).
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Tratamiento de los estados carenciales de calcio.
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En niños: raquitismo, tetania hipocalcémica y carencias cálcicas del crecimiento.