La Federación Nacional de Asociaciones ALCER (Asociaciones de Lucha Contra las Enfermedades Renales) reivindica que los pacientes de hemodiálisis puedan disfrutar de sus vacaciones sin interrumpir su tratamiento en sus lugares de ocio veraniego.
El Observatorio de los Derechos de las Personas con Enfermedad Renal (ODER), puesto en marcha por la Federación Nacional de Asociaciones ALCER hace un año, ha logrado que casi el 90% de los pacientes que reclamaron continuar con su diálisis en sus lugares de vacaciones, pudieran hacerlo en el año 2016.
Jesús Molinuevo, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones ALCER, explica que gracias a este servicio los pacientes de hemodiálisis a quienes se les deniega este tratamiento por no haber plaza en el lugar de destino, a pesar de que el trámite se realiza con dos meses de antelación, pueden reclamarlo. "Para nosotros, dializarnos o no, no es una opción, es una necesidad y las vacaciones, como para cualquier otra persona, un derecho", argumenta Molinuevo.
Desde el ODER, señala Molinuevo, se ha reclamado a los hospitales públicos y Consejerías donde se han denegado las solicitudes. "Aunque hemos tenido un considerable éxito en esta iniciativa, enfermos renales que querían viajar a Jaca, Tudela y Sigüenza han tenido que desistir de ello puesto que los Servicios sanitarios de estas Comunidades Autónomas (Aragón, Navarra y Castilla La Mancha) no han cumplido con su obligación de garantizarles el tratamiento".
El tratamiento de hemodiálisis para las personas con enfermedad renal crónica está incluido en la cartera común de servicios del Sistema Nacional de Salud y por tanto de obligada oferta en todas las Comunidades Autónomas, según determina la Ley 16/2003 de calidad y cohesión del Sistema Nacional de Salud.
A este respecto, el responsable de la entidad, reconoce ser consciente de las dificultades que a nivel organizativo supone para las unidades de diálisis, nuevas solicitudes para recibir tratamiento en estas fechas. "Pero la administración sanitaria debe de comprender que es un derecho fundamental de toda persona, incluso de las que padecen una enfermedad, elegir como desarrollar su tiempo libre", reivindica Molinuevo.
Por todo ello, Alcer solicita que los hospitales de referencia cuenten con plazas suficientes para que quienes están sometidos a tratamientos de hemodiálisis puedan seguir con el durante sus días vacacionales. "Tenemos que luchar para que todos nuestros pacientes encuentren plaza en los lugares elegidos, bien sea para un tema laboral o para uno vacacional", concluye el presidente de la Federación.
Vacaciones en familia
Manuel Mosquera, es uno de los pacientes que gracias a la reclamación que hizo a través del ODER, ha conseguido este verano plaza para su tratamiento, en Gandía, ciudad donde tiene su segunda residencia.
"Estoy feliz por haber conseguido plaza en Gandía, he podido disfrutar de mis vacaciones junto a toda la familia. Hemos podido cambiar de aires y desconectar un poco de la realidad que rodea a los pacientes de diálisis. Además, este año me han autorizado transporte sanitario para desplazarme al centro de hemodiálisis y, esto ha supuesto más libertad para mi familia pues no ha tenido que llevarme y traerme al hospital", relata Mosquera.
Y es que, según indica Ana Belén Martín, responsable de la gestión de plazas de diálisis en Alcer, los pacientes que se desplazan a zonas turísticas es porque tienen ahí su segunda residencia. "Teniendo en cuenta que no solo viaja el paciente, sino que también lo hacen sus familiares, que conviven con la enfermedad renal crónica al igual que el paciente, es necesario oxigenarse y salir fuera de la rutina".