Alrededor del 10% de los niños pueden ser intolerantes a alimentos básicos durante el periodo infantil. La intolerancia a la lactosa, a la fructosa y al gluten son algunos de los problemas más comunes asociados a la alimentación infantil.
Con el fin de poder garantizar un diagnóstico precoz y, por tanto, el inicio de tratamientos preventivos como, por ejemplo, evitar la ingesta de los alimentos que puedan ser mal tolerados, Ivida, el banco de células madre de cordón umbilical del Grupo IVI, ha puesto en marcha una prueba genética nutricional.
Dicha prueba consiste en la extracción de una muestra de la sangre del cordón umbilical obtenida en el momento del parto. A partir de un estudio genético se puede detectar si el niño desarrollará algunas de las intolerancias alimentarias más comunes.
Si los resultados son positivos se podrán iniciar medidas preventivas y si son negativos se podrán introducir nuevos alimentos en la dieta del bebé con tranquilidad y seguridad de que van a ser bien tolerados.