Con motivo del Día Mundial del Dolor, que se celebra hoy, desde la Sociedad Española del Dolor (SED) se afirma que la trascendencia del dolor va más allá de los aspectos físicos que desencadena. Se trata de un problema sanitario importante cuyas consecuencias merman de forma considerable la calidad de vida de quienes lo padecen lo que, sin duda, influye de forma negativa en su entorno social, laboral y en sus relaciones personales.
Se estima que más de ocho millones de españoles sufren de alguna manera dolor y un tercio de estos vivirán padeciéndolo el resto de su vida. Por otro lado, la mitad de los españoles que sufren dolor lo tienen a diario.
El perfil donde se concentra mayor número de personas con dolor es en la franja de los mayores de 51 años. Este síntoma predomina en las mujeres más que en los hombre y los dolores más comunes son los moderados de tipo osteoarticular degenerativo.
En los últimos años se ha incrementado de manera notable el número de españoles que sufren dolor. Las causas de este aumento son variadas y van desde aquellas relacionadas con el aumento de la esperanza de vida, pasando por las laborales o las patologías osteodegenrativas.
La International Association for the Study of Pain (IASP), en el marco de la iniciativa del Año Global contra el Dolor, puesta en marcha en el año 2004, ha dedicado el año 2013 a la investigación y divulgación del dolor visceral, que se estima que ha sufrido o sufre el 25 % de la población.
El dolor visceral se concentra de forma principal en dolor de tipo digestivo, de origen ginecológico, dolor torácico y urológico. Los especialistas de la SED destacan que "el dolor visceral se ha infravalorado mucho y existen tratamientos muy eficaces para luchar contra él".