La baja autoestima y el fracaso escolar son algunas de las consecuencias de la enuresis

La baja autoestima, los impedimentos para desarrollarse socialmente (acudir a campamentos, colonias o dormir en casa de amigos), la falta de motivación, el fracaso escolar, la interrupción del sueño, el aislamiento, etc. son algunas de las consecuencias de la enuresis.

De hecho, está considerado por los niños que la sufren con edades entre los ocho y los 16 años como el acontecimiento más traumático, detrás del divorcio y de las peleas entre los padres.
 

Se habla de enuresis cuando el niño tiene una edad igual o superior a los cinco años y se producen dos o más episodios en un mes. En el 85% de los casos se trata de un problema hereditario. Según los expertos, en un gen del cromosoma 13, donde va codificada la información que determinará si en el futuro el niño sufrirá enuresis, puede estar la respuesta. Aunque están en estudio otros genes y cromosomas que podrían estar implicados.
 

Uno de los principales problemas es la falta de información que ha convertido este trastorno en un tema tabú. La solución pasa necesariamente por la consulta con el pediatra que, además de proporcionar información sobre el problema, realizará las pruebas oportunas para descartar otras patologías más graves que llevan asociada enuresis como la diabetes, las infecciones o las malformaciones del aparato urinario, entre otras. El pediatra determinará entonces el tratamiento a seguir, ya sea la adopción de medidas conductuales, la aportación de hormona antidiurética (ADH), encargada de reducir la cantidad de orina que se produce por la noche, u otras.
 

Para el Dr. Ruiz de la Roja, director del Instituto Urológico Madrileño "a pesar de las cifras tan elevadas de niños que padecen enuresis lo que más llama la atención es que todavía solo dos de cada 10 chavales son evaluados y tratados en algún momento por un médico, lo que demuestra el desconocimiento que tienen los padres, ya que a partir de los cinco años, si establecemos el diagnóstico exacto del escape de orina nocturno y aplicamos el tratamiento adecuado, se pueden obtener muy buenos resultados en la resolución del problema. No es lícito que sabiendo las causas médicas por las cuales se produce la enuresis, aún un 60% de estos menores deban utilizar un pañal todas la noches y el resto, o sea un 40%, mojen directamente las sábanas durante el sueño".
 

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