Sin duda, es una noticia curiosa pues siempre se había pensado lo contrario. Así lo afirma la Asociación Española de Neumología que aconseja, durante la temporada de catarros, saludar a otras personas mediante la cariñosa costumbre de darse un beso y no con la fórmula más formal de darse la mano. La saliva, pues, no transmite los virus sino que estos viajan por las manos de las personas que han tocado un objeto contaminado y así pasan de una a otra al saludarse formalmente.
Por lo tanto, lavarse frecuentemente las manos y saludarse con un beso parecen estrategias razonables para limitar el contagio del catarro común.