Cada vez son más las mujeres que, de manera voluntaria, deciden donar sus óvulos para dar esperanza a aquellas con dificultades de ser madres de forma natural. La maternidad se convierte en uno de los propósitos fundamentales de año nuevo. Tanto para futuros padres como para donantes, este paso es un proyecto lleno de ilusión cuyo fin es crear una nueva vida. En esta situación se encuentran algunas mujeres en edad fértil que, con la predisposición de ayudar a otras a ser madres, se someten a las pruebas para ser aspirante a donante de óvulos.
Julia Izquierdo es una donante experimentada, que decidió ser voluntaria por primera vez cuando se planteó ayudar a un conocido cercano. Sin embargo, tras comprobar que no eran compartibles, le ilusionó la idea de ayudar a otras mujeres a ser madres. "En cada ocasión me he sentido más ilusionada y gratificada", relata Julia. "Lo más destacable es que con este pequeño gesto das la oportunidad a otras mujeres a vivir la maternidad y aprovechar unos óvulos que de otra manera se perderían".
En la actualidad, son más las españolas que necesitan acudir a una técnica de reproducción asistida para concebir y, en algunos de estos casos, la única opción puede ser recurrir a un óvulo donado para conseguirlo. De hecho, este tratamiento se ha triplicado en los últimos cinco años a consecuencia, principalmente, del retraso de la maternidad en España.
El tratamiento de estimulación de la ovulación para una donante dura algo menos de un mes, lo que tarda en madurar un óvulo. "Para someterse a este proceso la mujer debe tener entre 18 y 35 años, aunque en Ginefiv rebajamos la edad máxima a los 33 para asegurar su calidad ovocitaria. Además, debe pasar exhaustivas pruebas para demostrar que goza de buena salud, es decir, un historial médico sin antecedentes de enfermedades ginecológicas, ni de transmisión sexual, ni de enfermedades hereditarias", informa la doctora Victoria González-Villafáñez, ginecóloga de la Clínica Ginefiv. De aquí que no todas las candidatas pueden pasar las pruebas y solamente entre el 8% y el 10% pueden llegar a ser donantes.
A las aspirantes les otorga una gran satisfacción personal este acto solidario, ya que obtienen la sensación de ser útiles con otras personas, que en el futuro podrían ser ellas mismas. Por eso, Julia Izquierdo anima a otras mujeres: "Donar óvulos no influye en que puedas tener hijos y no conlleva ningún tipo de complicación. Las dudas del principio como las inyecciones, la intervención y la anestesia son pequeñas molestias que se ven compensadas al saber que se lo das a alguien que anhela ser madre".
La doctora González-Villafáñez resalta la importancia de no retrasar la maternidad y de acudir a la clínica en edades más tempranas para que las probabilidades de conseguir un embarazo aumenten. Por otro lado, señala la significativa labor que están haciendo las miles de mujeres que cada año deciden donar sus óvulos, "la gran mayoría de los donantes lo hacen por solidaridad. Si no contásemos con tantas mujeres generosas en España que donan sus ovocitos, otras no podrían cumplir su sueño de ser madres".