La diabetes es una enfermedad que se caracteriza por la presencia de niveles altos de azúcar en la sangre lo que, con el tiempo, puede llegar a dañar el sistema cardiovascular. Este aspecto afecta tanto al corazón como a las arterias, de manera que se incrementa el riesgo de padecer algún tipo de accidente cardiovascular. Por este motivo, el movimiento Corazón de Mujer quiere concienciar sobre la importancia de la prevención y el control de los principales factores de riesgo y, entre ellos, destaca la diabetes.
El problema es que se trata de una enfermedad silenciosa, pudiendo debutar en la edad adulta, y que una de cada dos personas lo desconoce. De hecho, en España, casi un tercio de las personas con diabetes está sin diagnosticar, según datos de la Federación Internacional de Diabetes (FID). Debido al riesgo que esto supone para el desarrollo de otras patologías, entre ellas las enfermedades cardiovasculares, se hace necesario realizar un diagnóstico precoz para poder llevar un control adecuado y minimizar el riesgo. "La diabetes puede favorecer que se deposite el colesterol en las arterias, aumentando el riesgo de desarrollar placas de ateroesclerosis, las cuales pueden llegar a ocluir el vaso produciendo un infarto o un ictus. Además, en cuanto al corazón, puede dañar su musculatura, favoreciendo que pierda fuerza, lo que podría derivar en una insuficiencia cardiaca", comenta la doctora Leticia Fernández-Fiera, impulsora del movimiento Corazón de Mujer (CDM) y directora de la Unidad de Cardio-Mujer en ATRIA Clinic.
Según la Federación Internacional de Diabetes (IDF), más de 200 millones de mujeres viven con esta enfermedad y está previsto que la cifra aumente hasta 313 millones para 2040. Esta patología multiplica por tres el riesgo de tener un infarto o ictus e incrementa por 5 el riesgo de desarrollar insuficiencia cardiaca o fallo de la bomba cardiaca en mujeres. En este sentido cabe destacar las distintas particularidades que hacen que la diabetes afecte de forma diferente a las mujeres en comparación con los hombres. "La diabetes puede desencadenarse en el embarazo, llamada diabetes gestacional, que aumenta el riesgo a desarrollar la enfermedad a medio-largo plazo, por lo que es importante incidir en un seguimiento estrecho durante el mismo. Mientras que la menopausia, donde el metabolismo puede modificarse por la reducción de estrógenos y producir un aumento de resistencia a la insulina y de grasa corporal, es una etapa de especial necesidad de control y prevención", indica la Dra. Fernández-Fiera.
Por lo general, las mujeres con diabetes tienen una mayor prevalencia de factores de riesgo cardiovascular asociados a la resistencia a la insulina: obesidad, hipertensión, alteraciones del colesterol o niveles de triglicéridos altos, entre otros. Y si a esto se suma que las pacientes acuden más tarde a los servicios de urgencias cuando tienen síntomas coronarios, que no reconocen dichas señales y que tienen una percepción baja de su riesgo cardiovascular, la situación se agrava.
Por otro lado, existen particularidades en cuanto al pronóstico en las mujeres con diabetes, ya que suele ser peor que en los hombres cuando sufren un evento coronario. "Por todo esto, se necesitan instaurar programas de prevención y diagnóstico precoz de la diabetes en la mujer y llevar a cabo un exhaustivo control de la enfermedad para poder controlar el riesgo cardiovascular y la posible aparición de enfermedades coronarias de manera que no comprometan su salud general", sostiene la doctora.
Cómo reducir el riesgo cardiovascular en las mujeres con diabetes
En primer lugar, desde el movimiento Corazón de Mujer se apuesta por un tratamiento integral y multidisciplinar de la mujer con diabetes. "El abordaje debe ser más agresivo para tener un mayor impacto sobre el riesgo cardiovascular, interviniendo de forma más importante sobre otros factores como el colesterol, reduciendo a niveles menores de 55 mg/dl el colesterol LDL en nuestras analíticas y buscando que la tensión arterial esté en niveles menores de 130/80 mmHg". Además, se debe ser más exigente con el estilo de vida, introduciendo cambios que incluyan al menos 30 minutos de ejercicio diario para evitar el sedentarismo, que a menudo aumenta el riesgo de diabetes tipo II, una buena alimentación mediterránea rica en omega-3 y no fumar.
Otro factor importante para evitar la enfermedad cardiovascular, es que la mujer que sufre diabetes siga revisiones periódicas con su médico para controlar la medicación que precisa y realizar pruebas periódicas a su corazón y arterias según su riesgo individualizado.