A medida que el impacto de la COVID-19 continúa extendiéndose a nivel mundial, la gran mayoría de las empresas se ha visto en la obligación de adoptar el teletrabajo en sus plantillas. Dado que, hasta ahora, esta práctica solo la disfrutaba un 8% de los ocupados, su implantación en la mayoría de las empresas ha estado repleta de nuevos desafíos, especialmente dado el contexto de pandemia. Además de la ansiedad propia de vivir una crisis sanitaria de este tipo, ahora los empleados deben lidiar, por primera vez, con el hecho de trabajar a tiempo completo desde casa o, en el caso de los responsables de equipo, dirigirlo de forma telemática. Esto conlleva un gran reto: ser capaces de conciliar y separar la vida laboral de la vida personal (especialmente cuando ambos tienen lugar en una misma área). Para ello, establecer una rutina diaria regular o adecuar un espacio de trabajo son algunas de las opciones para conseguirlo.
El teletrabajo puede aportar muchos beneficios, como son una mayor eficiencia y productividad y un menor coste operativo. Sin embargo, las entidades han ser conscientes de los desafíos adicionales que puede conllevar. Muchos empleados tienen ahora nuevas responsabilidades personales, como el cuidado de los niños, preocupaciones sobre familiares contagiados, mayores o vulnerables, o una situación en la que trabajar desde casa no es fácil. De este modo, la principal pregunta ahora es: ¿cómo podemos lograr un equilibrio entre el trabajo y la vida personal durante este tiempo sin precedentes?
"Es importante tener en cuenta que, mientras trabajamos desde casa, tendemos a pasar más horas en nuestro escritorio de forma involuntaria, ya sea porque tenemos la sensación de que estamos menos activos o porque ha desparecido el tiempo que antes dedicábamos a estructurar nuestro día durante los trayectos al trabajo. Por este motivo, ahora es más importante que nunca saber organizarse y gestionar correctamente las horas que se dedican a las tareas laborales y a la familia", añade la Dra. María Sánchez, de Cigna España.
Para ayudar durante este proceso, y con el objetivo de prevenir cualquier repercusión en la salud emocional y física de los empleados, la aseguradora de salud ofrece los siguientes consejos para conciliar mejor durante el teletrabajo:
- Seguir una rutina diaria a rajatabla. El apego a una rutina diaria es clave para mantener el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, priorizando tareas y delimitando tiempos para cada una de ellas: levantarse, salir a hacer deporte, trabajar, realizar las labores del hogar, ayudar a los más pequeños con las tareas escolares, encontrar tiempo para relajarse. Dentro de esta organización diaria es muy importante continuar practicando algún tipo de actividad física, ya sea al aire libre o con ejercicios de peso corporal o fuerza en casa.
- Establecer un espacio fijo de trabajo. Si es posible, éste debe situarse lejos del área principal de la vivienda y de la habitación. Así, una vez concluida la jornada laboral, será más fácil evitar el impulso de consultar cualquier obligación profesional hasta que se retome la actividad profesional al día siguiente.
- Descansar de vez en cuando. Los expertos recomiendan levantarse, respirar y estirar las piernas cada 25 minutos más o menos. Este es un buen momento para introducir alguna dinámica relacionada con el ejercicio físico: subir y bajar las escaleras, dar un pequeño paseo al aire libre, etc. También es muy importante aprovechar estos momentos para hidratarse correctamente.
- Usar las redes sociales como gran aliado. Todo el mundo necesita desconectar y hablar con otras personas, más aún cuando no es posible el contacto físico. Gracias a la digitalización, ahora tenemos a nuestro alcance múltiples aplicaciones tecnológicas para interactuar con nuestro círculo social de una manera más personal. Como cualquier actividad, es importante programar estas llamadas con familiares o amigos a, al menos, una vez a la semana, para ponerse al día de forma regular.
¿Y qué pueden hacer las empresas?
Es importante que los empleados se sientan valorados y que se construya una cultura de apoyo, con el objetivo de incrementar su motivación y productividad. Sin embargo, hay muchas empresas que no están acostumbradas a gestionar sus equipos a través del teletrabajo, y que, por consiguiente, esta situación les está resultando algo complicada. Algunos consejos para poder apoyar a la plantilla durante este momento excepcional:
- Permitir una mayor flexibilidad horaria a aquellos que tengan cargas familiares. Aquellos empleados que tengan niños a su cargo tendrán que lidiar con la responsabilidad de agregar a su plan laboral diario diversos compromisos parentales. La mejor manera para que las empresas les brinden apoyo, especialmente si necesitan centrarse en tareas complejas, es facilitarles unos patrones de trabajo flexibles. El bienestar de los empleados debe ser una prioridad en este momento. Por ello, es importante tratar cualquier problema de recursos humanos con comprensión y empatía.
- Comunicarse con ellos y promover el contacto online para mantener alta la moral de la oficina. Hay que intentar hacer un uso regular de las plataformas grupales de mensajería instantánea, llamadas telefónicas o videoconferencias para mantener a los empleados conectados entre ellos y que no decaiga la moral. Además, hay que procurar estar siempre en contacto con ellos, preguntándoles cómo se encuentran y si necesitan ayuda en alguna cuestión. Darles la oportunidad de que expresen cómo se sienten ayudará a que su salud física y mental no se vea perjudicada. Hablar sobre el estrés siempre viene bien. Además de estos consejos, conviene que la empresa se asegure de que la plantilla sepa que se les valora, independientemente de dónde trabajen.
- Proponer medidas para evitar que los empleados estén ‘siempre conectados'. Según el estudio "360 WellBeing Survey" realizado por la compañía, el 60% de los trabajadores españoles admite estar "siempre conectado", teniendo la necesidad constante de consultar correos electrónicos relacionados con el trabajo o atender llamadas laborales fuera del horario normal de oficina. Sabiendo que ahora se trabaja desde casa, estas cifras tenderán a incrementarse. Por ello, ahora más que nunca, los departamentos de Recursos Humanos deben procurar que los empleados no terminen ‘agotados' de su jornada laboral y, si se percibe que hay alguien en línea fuera de horario, habrá que asegurarse de que comprenda que la empresa no espera que lo haga.
La tecnología, el gran enemigo de la desconexión laboral
Pese a que la tecnología indudablemente ayuda a mantenerse conectado en este momento, conviene conocer los límites para mantener un equilibrio positivo entre la vida laboral y personal. La norma cultural y, a menudo, el uso compulsivo de la tecnología, hace que sea más difícil para muchos 'desconectar' psicológicamente del trabajo. Por lo tanto, se debe hacer un mayor esfuerzo para alentar a los empleados a que desconecten.
Con un 77% de responsables de equipo que confiesan seguir la cultura del ‘always on', incluso fuera del horario de oficina y cuando están de vacaciones, los empleadores deben esforzarse en dar un buen ejemplo. Algunas medidas que podrían incluirse son: restringir el acceso fuera del horario laboral a los sistemas de trabajo, crear un programa de recompensas o imponer límites sobre el tiempo que pasan los empleados a su correo corporativo.
Asegurar la conciliación en estos momentos es el primer paso para lograr empleados motivados
La sociedad en su conjunto necesita comprender mejor el impacto de trabajar bajo una cultura del ‘siempre conectado' y cómo esto afecta a los niveles de estrés y la salud mental. Es normal tener, en algunas ocasiones, algo de trabajo fuera del horario laboral o enfrentarse a pequeñas cantidades de estrés. Sin embargo, en lugar de aceptar el estrés crónico como la nueva ‘norma', las empresas deben intentar crear prácticas y entornos laborales más saludables y felices para proteger mejor el bienestar mental de sus empleados.
Un confinamiento global puede no ser lo que se había planteado para el segundo trimestre de 2020, pero las entidades pueden ayudar a que a su personal se sienta apoyado durante este tiempo. Asegurarse de que mantengan un equilibrio positivo entre la vida laboral y personal es un buen punto de partida.