Un grupo de investigadores del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP) ha descubierto un novedoso y potente antioxidante de origen natural en las plantas tomateras cuyo poder antioxidante es diez veces superior al de la vitamina C. Este descubrimiento podría tener distintas aplicaciones en la industria agroalimentaria o farmacéutica, entre otras.
Según ha informado el equipo de investigadores en un comunicado, "es una sustancia fenólica que sintetiza la planta de tomate cuando se ve sometida a un estrés biótico y que hasta el momento era totalmente desconocida". Los científicos también han desarrollado un método sencillo y económico para sintetizar esta sustancia en el laboratorio.
El poder de esta nueva sustancia es descrito por los científicos como catorce veces superior al resveratrol, antioxidante presente en el vino tinto, o cuatro veces y media más potente que la vitamina E.
Este nuevo antioxidante podría utilizarse en la industria alimentaria como conservante de alimentos para el consumo humano y piensos para animales por su acción como retardante de la oxidación de los lípidos. También podría utilizarse como suplemento para productos funcionales. Además, los antioxidantes poseen propiedades beneficiosas para la salud como la prevención de las enfermedades coronarias y el cáncer, por lo que el compuesto podría tener grandes aplicaciones en la industria farmacéutica.
Por otro lado, la industria cosmética podría beneficiarse del empleo de este nuevo antioxidante en productos para el cuidado de la piel, dadas sus posibles propiedades para la prevención del envejecimiento.