La edad media de los pacientes que inician diálisis ha aumentado 10 años en la última década

El 9,2% de los españoles puede sufrir una enfermedad renal crónica y un 6,8% puede progresar hacia insuficiencia renal. Son más proclives las poblaciones "de riesgo": diabéticos, hipertensos y pacientes con insuficiencia cardíaca
En el último año ha aumentado el tratamiento con diálisis peritoneal (en el domicilio del paciente) y ya se utiliza en más del 15% de los nuevos casos
En 2013 se realizaron 2.552 trasplantes renales. La donación renal de vivo crece un 5%, hasta alcanzar los 382 donantes, y el trasplante de vivo representa ya el 15% del total
Cada año, más de 16.700 personas de entre 65 y 75 años son diagnosticados con una enfermedad renal crónica
Los nefrólogos llaman la atención sobre los problemas que provoca el sobrediagnóstico de la enfermedad renal en ancianos, ya que aumenta sus traslados y hace que no reciban otros tratamientos como los hematológicos o los oncológicos, contraindicados para enfermos renales

Según los últimos datos de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.), el número de personas que llegan a estadio 5 de la Enfermedad Renal Crónica (ERC) en España (aquellas que cada año necesitan un tratamiento renal sustitutivo con diálisis o trasplante), va disminuyendo discretamente pero contantemente. En el último año, fueron cerca de 5.600 personas, cuando en 1.994 fueron más 6.100, con lo que la bajada en los últimos 20 años es considerable, sabiendo además que en otros países del entorno está aumentando.

Sin embargo, la prevalencia (el número total acumulado de pacientes en tratamiento renal sustitutivo) sigue aumentando y ya supera los 50.900 pacientes, en diferentes tratamientos. Según el Dr. Alberto Martínez Castelao, presidente de la S.E.N., "España es uno de los tres países europeos de tamaño medio que tiene la mitad de sus pacientes en estadio 5 con un trasplante renal funcionaste. La otra mitad está en diálisis; la mayor parte en hemodiálisis".

Hoy se celebra el Día Mundial del Riñón bajo el lema "Riñones y envejecimiento". Por eso, el Dr. Martínez Castelao ha recordado que "cada vez es mayor la edad de las personas con una enfermedad renal en este estadio. El promedio de los que iniciaban diálisis hace 10 años era de 58 años; ahora es de 68". De hecho, el número de personas de entre 65 y 75 años diagnosticados cada año con una ERC (más de 16.700) es más del doble que la de los adultos de entre 45 y 64 años.

En ese sentido, el Dr. José Antonio López Trigo, presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), señala que la prevención es fundamental en personas mayores porque el envejecimiento, de forma fisiológica, puede ir reduciendo la función renal: "aunque actualmente conocemos que no hay una relación lineal entre envejecimiento y disminución de la función renal, recientes estudios nos muestran que, aproximadamente, un 38% de los mayores de 70 años tienen un filtrado glomerular disminuido. Además, existe más fragilidad en el riñón del paciente mayor ante cualquier agresión que este pueda sufrir".

Cuando la enfermedad renal es invisible

Hay que tener en cuenta que hay muchos casos en los que esta enfermedad no se manifiesta. El estudio EPIRCE ha puesto de manifiesto que un 9,2% de la población española puede sufrir una enfermedad renal, y hasta un 6,8% podría tener una insuficiencia renal crónica, es decir, un funcionamiento renal por debajo del 60%.

Estos datos, señala el Dr. Martínez Castelao, indican que "la repercusión sobre la población es muy grande y tenemos que intentar detectarla antes para poner medidas de prevención. Hay que conseguir que aflore en personas que no lo saben y en poblaciones de riesgo, como diabéticos, hipertensos, personas con un accidente cardiovascular previo y con familiares con antecedentes". De hecho, la diabetes es ya el origen de casi uno de cada cuatro casos (el 24,97%) de ERC.

Los problemas del diagnóstico erróneo de la enfermedad renal

Sin embargo, también hay casos en los que el cribado para ver qué pacientes realmente tienen una enfermedad renal no es el adecuado. El Dr. Juan Florencio Macías Núñez, coordinador del Grupo de Nefrología Geriátrica de la S.E.N., pone el acento sobre los problemas que provoca el diagnóstico indebido en ancianos, que "hace que no se incluyan a estos pacientes en ensayos clínicos y, además, que no reciban tratamientos médicos o quirúrgicos cuando el prospecto de sus tratamientos indica que está contraindicado ante insuficiencia renal. Es el caso de los tratamientos hematológicos u oncológicos, por ejemplo".

Según este experto, urge disminuir el volumen de pacientes de edad avanzada que, debido a un diagnóstico deficiente, y sin tener una insuficiencia renal, acuden a las consultas de nefrología: "así evitamos traslados y los gastos que conllevan". Además, recuerda la importancia de que "en Atención Primaria se pida a estas personas mayores un análisis simple y que aquellos que tengan niveles bajos de calcio, alto de fosforo y anemia sean derivados a Nefrología para un estudio más especializado".

Según el Dr. Macías, "uno de los errores más frecuentes para los no familiarizados con la Geriatría es creer que la edad es una enfermedad y que hay patologías propias de la vejez, si bien los geriatras sabemos que esta creencia no tiene fundamento científico ni se ajusta a la realidad. Debemos decir que las estimaciones de filtrado glomerular son sin ninguna duda válidas para el estadiaje y el seguimiento de la progresión en pacientes ya diagnosticados de insuficiencia renal crónica. Sin embargo, el uso del filtrado glomerular estimado inferior a 60 ml/min para el rastreo en pacientes sin diagnóstico conocido de insuficiencia renal crónica no solo es controvertido sino quizá desaconsejado".

Por ello, propone que se utilicen otras herramientas para su rastreo, no basadas en la creatinina sérica o en estimaciones de filtrado glomerular basadas en ella, para, una vez detectada la sospecha, estudiar clínicamente al sujeto para descartar o confirmar la presencia o no de esta insuficiencia.

Aumento progresivo del trasplante renal con descenso de la lista de espera

El trasplante renal continúa creciendo en España, habiéndose alcanzado en 2013 la cifra máxima de 2.552 trasplantes renales. Según el Dr. Rafael Matesanz, presidente de la Organización Nacional de Trasplante, "ello se ha logrado en los últimos años a expensas de un mantenimiento de los donantes fallecidos, cada vez de edades más avanzadas, junto con un incremento progresivo de la donación de vivo y de la donación en parada cardiaca, que son hoy día las dos principales vías de expansión. En este sentido hay que decir que la donación y el trasplante son un reflejo fiel de la sociedad y ello implica un envejecimiento progresivo tanto de los pacientes que requieren tratamiento como de los donantes fallecidos".

En 2013 se realizaron 2.552 trasplantes renales, un número muy similar al de año anterior, siendo la donación renal de vivo y la donación en asistolia las que se consolidan como las dos vías más claras de expansión del número de donantes. Así, la donación renal de vivo creció un 5%, hasta alcanzar los 382 donantes.

Por su parte, el trasplante renal de vivo, que ya se ofrece de forma sistemática a todos los pacientes que pueden beneficiarse de él, representa en este momento el 15% del total de los trasplantes renales efectuados en nuestro país, de acuerdo con los objetivos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).

"Todo ello ha permitido que la lista de espera para trasplante renal haya descendido progresivamente desde 2009, consiguiéndose el objetivo de mantener un buen equilibrio entre oferta y demanda en este importante patología", afirma el Dr. Matesanz.

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