Las embarazadas que realizan los ejercicios de Kegel para fortalecer los músculos del suelo pélvico tienen menor tendencia a sufrir incontinencia urinaria en el tercer trimestre de gestación.
El útero, que está en crecimiento durante la gestación, comprime la vejiga, disminuyendo su capacidad de almacenamiento de orina, por lo que se desencadena la necesidad de orinar con volúmenes pequeños en cada micción. Al final del embarazo, esta presión es tan fuerte que puede superar la capacidad del esfínter de la salida de la uretra, produciéndose la pérdida involuntaria de orina. Además, las mujeres que sufren incontinencia durante el embarazo son más propensas a sufrirla también después del parto.
Siempre se aconsejan los ejercicios de Kegel durante el embarazo aunque no se sabe a ciencia cierta su eficacia, pero ahora un nuevo estudio ha comprobado la eficiencia de estos ejercicios en las embarazadas. Un equipo de científicos de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología ha estudiado a 855 mujeres en el segundo trimestre del embarazo las cuales participaron en un estudio en el que se les prescribía un programa físico supervisado o que continuaran con la atención prenatal de rutina.
Los resultados indican que las embarazadas, que seguían un entrenamiento con los ejercicios para el suelo pélvico, sufrían menos tendencia a la incontinencia de orina que las que solo seguían el control rutinario. Por lo tanto, todas las mujeres embarazadas deberían hacer ejercicios de entrenamiento de los músculos del piso pélvico para prevenir y tratar la incontinencia urinaria en el último trimestre del embarazo.