En el marco del Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos, la Asociación Española de Pediatría de AP (AEPap), considera fundamental sensibilizar a los profesionales sanitarios y a la población sobre los riesgos que supone un uso inadecuado de los antibióticos.
El uso de antibióticos se relaciona con el desarrollo en las bacterias de resistencias a la acción de los mismos, lo que dificulta no solo el tratamiento de las infecciones bacterianas sino también la realización de procedimientos médicos y quirúrgicos complejos como trasplantes, tratamiento de enfermedades neoplásicas o atención a niños prematuros, que precisen cobertura antibiótica.
Los niños, sobre todo los menores de 5 años, son un grupo de población en el que se realiza una alta prescripción de antibióticos. Suelen indicarse para procesos respiratorios tales como amigdalitis, otitis e infecciones de vías altas que mayoritariamente tienen etiología viral. Estas patologías deben ser el objetivo prioritario para mejorar la adecuación de los tratamientos prescritos por los pediatras de Atención Primaria, apuntan desde el Grupo de Trabajo de Patología Infecciosa de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap).
Para los pediatras de AP, "resulta fundamental disponer de herramientas que permitan precisar el diagnóstico de los procesos infecciosos". Un claro ejemplo es la disponibilidad del Test rápido de detección de antígeno del estreptococo beta hemolítico del grupo A, para el diagnóstico de amigdalitis Estreptocócica, que se ha mostrado eficaz para disminuir el consumo de antibióticos, una mejor adecuación de la prescripción de los mismos, con una asistencia de más calidad y más segura para el paciente y disminución del gasto sanitario.
La existencia de un calendario vacunal amplio y con altas coberturas también contribuye a disminuir el consumo de antibióticos y la circulación de gérmenes resistentes tal y como se ha demostrado con la vacuna antineumocócica.
El uso racional de antibióticos también es una responsabilidad de las autoridades sanitarias, que deben dotar a los profesionales de estos medios y de la información y formación precisas. Por otra parte, es importante asegurar el tiempo suficiente de atención en las consultas que permita la comunicación entre profesionales y pacientes, así como definir el marco legislativo que regula la comercialización de fármacos y vacunas y el diseño del calendario vacunal oficial.
La implicación de los padres y de los mismos niños es indispensable para conseguir estos objetivos, por ello, la educación de la población en estos conceptos es también prioritaria. Asimismo, los pediatras de AP subrayan que es necesario realizar campañas de educación sanitaria, "una tarea que debe ser compartida por médicos y administración", afirman.