La Fundación Española del Corazón (FEC) ofrece algunas recomendaciones para mantener un corazón sano durante el verano ya que a lo largo de esta época se suelen adoptar nuevas costumbres poco beneficiosas para la salud cardiovascular.
Entre los principios básicos saludables durante la época estival, es importante practicar ejercicio evitando las horas centrales del día, mantenerse hidratado para compensar la pérdida de líquido causada por el sudor y no excederse con la dieta, controlando la ingesta de sal, grasas y azúcares, así como aumentando el consumo de frutas y verduras. De lo contrario, el corazón puede sufrir descompensaciones, especialmente el de aquellos que ya padecen alguna enfermedad cardiovascular.
No obstante, algunos de los hábitos veraniegos que en principio parecen muy saludables, como dormir en exceso, tanto durante la noche como durante el día, pueden resultar peligrosos para la salud cardiovascular. Según un estudio realizado por el West Virginia University School of Medicine, las personas que dormían cinco horas o menos presentaban un riesgo dos veces mayor de desarrollar problemas cardiovasculares en comparación con las que descansaban siete horas. Pero, sorprendentemente, aquellas que dedicaban nueve o más horas diarias al sueño también aumentaron su riesgo cardiovascular respecto a las que dormían las horas recomendadas.
Además, la FEC recomienda que las personas que tienen problemas de corazón durante las vacaciones procuren continuar tomando la medicación adecuada a pesar del cambio de rutinas y viajen siempre con la dosificación apuntada y con un informe médico actualizado por si padecieran alguna descompensación fuera de casa y tuvieran que ser atendidas por otro cardiólogo.