En los últimos 30 años se han triplicado los casos de Dermatitis Atópica en los países industrializados, lo que puede llegar a convertirse en un problema emergente de salud pública. Actualmente el 20% de los niños menores de 7 años y el 10 por ciento de los adultos padecen este eczema utópico consistente en una inflamación crónica de la piel, que tiene un alto componente genético, ya que existe un 50% de probabilidades de que el niño de padres con Dermatitis Atópica también la padezca. Aunque no se debe perder de vista que el 80% de los casos de esta patología diagnosticados en la infancia mejora en su pronóstico antes de alcanzar la adolescencia.
La Fundación Jiménez Díaz ha puesto en marcha una Escuela de Dermatitis Atópica para niños y padres que tiene como objetivo que los pacientes conozcan a la perfección los cuidados que su enfermedad requiere. El origen de esta patología es todavía desconocido y no existe aún una cura definitiva, de ahí la importancia de que los afectados conozcan los síntomas y cómo prevenirlos.
Al frente de este proyecto, llevado a cabo con la Fundación Dermatitis Atópica, se encuentra un equipo de especialistas en Pediatría, Dermatología Infantil y Enfermería que ayudará a los padres y niños a conocer más sobre una dolencia que afecta sobre todo a los menores. La escuela incluye talleres en los que los más pequeños aprenderán jugando técnicas básicas de autocuidado. La participación en la Escuela es libre y gratuita mediante inscripción. La Escuela de Dermatitis Atópica permite abordar esta patología desde un punto de vista multidisciplinar y conseguir que los padres de niños afectados entiendan su enfermedad desde un punto de vista mucha más global y no limitado al eczema localizado que pueden presentarse en un momento dado.
Características de la Dermatitis Atópica
La Dermatitis Atópica se caracteriza por la combinación de tres síntomas fundamentales: piel seca, picor y lesiones eczematosas. La enfermedad suele cursar en forma de brotes con empeoramientos de los síntomas con el uso de irritantes, el estrés, el frio o el sudor. Para llegar al diagnóstico suele ser suficiente con la historia clínica y un examen físico completo, aunque en algunos casos puede ser necesario realizar analíticas de sangre, pruebas de alergia o tomar muestras de piel para analizarlas con el microscopio. La complicación más frecuente es la infección de las lesiones, generalmente por bacterias como el Staphylococcusaureus. Ésta se produce por la entrada de microorganismos en la piel debida, por un lado, a la pérdida de su función normal de barrera a causa de la inflamación y, por otro lado, al rascado mantenido por el picor.
Decálogo de recomendaciones
Con el objeto de contribuir a una difusión clara y sencilla de la información básica necesaria para los pacientes, la doctora Loreto Carrasco, dermatóloga de IDCsalud Fundación Jiménez Diaz y coordinadora de la Escuela de Dermatitis Atópica de este centro, ha elaborado este "decálogo" de recomendaciones:- Realizar duchas cortas (máximo 10 minutos) una vez al día con agua tibia, evitando baños largos o con agua caliente.
- Utilizar jabones suaves, neutros, con alto contenido en aceite ("extragrasos") y sin perfumes.
- Evitar la fricción excesiva o el uso de esponjas ásperas.
- Hidratar la piel a diario mediante la aplicación de cremas hidratantes (emolientes), preferentemente tras la limpieza de la piel, con la piel húmeda. La vaselina líquida es una buena opción, aunque su médico le indicará jabones y cremas especiales para pieles atópicas.
- Cortar bien las uñas y mantenerlas limpias para evitar infecciones por el rascado.
- Usar preferiblemente ropa de algodón o de fibras naturales, evitando materiales sintéticos o la lana.
- Evitar cubrir excesivamente la piel, ya que el sudor puede empeorar los síntomas.
- Evitar el uso de detergentes, suavizantes y otros productos irritantes. Puede lavar la ropa a máquina pero aclárela bien con un centrifugado extra.
- Se recomienda utilizar guantes para realizar las tareas domésticas.
- En los bebés, cambiar los pañales cuando éstos estén húmedos.
- No hay ningún alimento contraindicado en la mayoría de los casos. No obstante, si nota empeoramiento tras comer algún alimento, consúltelo con su Dermatólogo.
- Evitar el exceso de calor y cambios bruscos de temperatura. La temperatura ideal está alrededor de los 20ºC.