El 70% de los pacientes con bruxismo también sufre apnea

En España hay alrededor de 40.000 dentistas en activo de los cuales apenas 150 (menos del 1% del total) cuentan con el título de Experto en Medicina Dental del Sueño, una acreditación otorgada por la Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño (FESMES). Este dato, explica Manuel Míguez, odontólogo y vocal de FESMES, debería mejorarse de forma importante en los próximos años ya que, en su opinión, "existe un creciente respaldo científico" que demuestra que los dentistas desarrollan "un papel muy importante" en el cribado de determinadas patologías del sueño, especialmente en el de la apnea obstructiva del sueño (AOS).

Como recuerda Míguez, los trastornos del sueño en general y los trastornos respiratorios del sueño en particular, debido a su alta prevalencia, a la cantidad de comorbilidades que tienen asociadas y a su infradiagnóstico, son un problema de salud pública de primer orden: "Hablamos de muchos pacientes que andan por la vida sin saber de estos trastornos que pueden causar graves problemas en caso de somnolencia diurna como accidentes de tráfico o laborales. Los dentistas, desde nuestras consultas, podemos detectar a estos pacientes y derivarlos a los médicos del sueño para su diagnóstico".

En ese sentido, el experto señala que la apnea obstructiva del sueño es el segundo trastorno del sueño más prevalente tras el insomnio. Concretamente, según la evidencia científica, se estima que más de un 10% de la población mundial sufre de este trastorno del sueño, aunque el 90% de esa población afectada se encuentra sin diagnosticar. "Hay que tener en cuenta que una gran cantidad de estos pacientes acuden a nuestras consultas año a año de manera preventiva. Muchos de ellos son pacientes con patologías del sueño sin diagnosticar, así que nuestra atención puede ser fundamental para contribuir a mejorar esas enormes tasas de infradiagnóstico e infratratamiento", sostiene.

Según Míguez, dentro de la consulta odontológica, los dentistas, si están correctamente formados en medicina del sueño, pueden ver con cierta facilidad signos y síntomas generales y específicos que les pueden llevar a sospechar de un caso de apnea del sueño. "A través de preguntas como "¿ronca usted?" "¿le ha observado su pareja apneas al dormir?" o "¿tiene somnolencia diurna?" los dentistas podemos empezar a tener sospechas", ejemplifica el experto, que señala que un síntoma específico claro que debería dar la señal de alarma es el desgaste dental y la fractura de dientes, coronas e implantes. "En ese caso podemos sospechar de bruxismo del sueño. Según las últimas investigaciones, siete de cada diez personas que padecen bruxismo del sueño sufren también apnea obstructiva del sueño, pero para que nos salte esa alarma los dentistas tenemos que estar formados", añade.

Esa formación, aunque sea de manera básica, debería ampliarse también al resto del personal que trabaja en la consulta odontológica (higienistas dentales, enfermeras, personal auxiliar, etc.), ya que, como señala el odontólogo, de muchos de estos trastornos del sueño también se puede sospechar observando a los pacientes mientras aguardan su turno en la sala de espera. "Hace un tiempo tuve a un paciente, un niño con ortodoncia, cuyo padre se durmió en la sala de espera. Una de las enfermeras de mi centro me informó de que era la segunda vez que le pasaba y que, además, ese señor era conductor de autobús. Hablé con el paciente, le hice una serie de test validados científicamente y, posteriormente, el médico confirmó un caso de apnea obstructiva severo. Ahora está tratado con CPAP y seguramente hemos evitado un accidente de tráfico", ejemplifica Míguez.

Los dentistas, fundamentales también en el tratamiento de la apnea del sueño

Tras la sospecha y los test iniciales realizados en la consulta odontológica, el paciente debe ser remitido a una Unidad del Sueño o a un médico experto en sueño para confirmar el diagnóstico de apnea obstructiva del sueño.

El trabajo de los dentistas, sin embargo, no acaba ahí, sino que también participan "activamente" en el tratamiento de la enfermedad dependiendo de la severidad de la apnea. Así lo estipula el Documento Internacional de Consenso sobre apnea obstructiva del sueño, presentado ahora hace un año y en cuya elaboración participaron 17 sociedades científicas. Según el citado documento de consenso, los dispositivos de avance mandibular con los que trabajan los dentistas están indicados como primera línea de tratamiento en el caso de apneas leves o moderadas, mientras que en los casos de apnea severa también es recomendable su uso cuando el paciente presente imposibilidad de adaptación la CPAP.

"Somos 40.000 dentistas en España. Si todos tuviésemos una formación mínima para detectar y derivar al médico del sueño a los pacientes con apnea, aportaríamos a la sociedad un gran valor", concluye Míguez.

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