El lipedema es una enfermedad casi exclusiva del sexo femenino, desconocida, infradiagnosticada y frecuentemente confundida con el linfedema o la obesidad. Sus manifestaciones suponen un deterioro en la calidad de vida de las pacientes, debido al impacto físico, psicológico y social que conlleva, produciendo en un 70% de los casos dolor en las extremidades.
Las pacientes con lipedema acuden a diferentes profesionales debido a la disparidad de síntomas y signos que presentan, como el dolor de las extremidades inferiores y el aumento de volumen de las mismas. Dado que en la actualidad no existe un consenso acerca del tratamiento más efectivo para la patología, este tipo de pacientes deberían ser tratados en unidades multidisciplinares donde se realice un diagnóstico y tratamiento del lipedema y sus factores agravantes.
"El lipedema es una enfermedad que en la actualidad se encuentra bastante infradiagnosticada. No fue hasta 2018 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró al lipedema como una enfermedad", advierte Francisco Millán, fisioterapeuta, Director de fisioterapia postquirúrgica y linfedema de Clínica Planas y presidente de la Asociación Española de Fisioterapia Oncológica.
Además de tratarse de una enfermedad infradiagnosticada, el lipedema se suele confundir con la obesidad y con el linfedema a pesar de que existen diferencias entre ellas. "La obesidad responde bien al ejercicio físico y a la dieta, al contrario que el lipedema. Cuando se trata de obesidad pura, esta no va acompañada de tanto dolor en distintas partes de la grasa, mientras que el lipedema presenta hematomas y una alta permeabilidad", señala Francisco Millán.
La obesidad, inmovilidad, insuficiencia, los cambios hormonales, linfática y venosas son factores agravantes del lipedema. A nivel estético, las pacientes con lipedema tienen a menudo tobillos con presencia de grasa a los lados, o en columna, así como grasa en la cara interna y posterior externa de la tibia, pero no tienen afectados los pies.
Tratamiento del lipedema
Essity, compañía especializada en el sector de higiene y salud, ha impartido un webinar dirigido a los profesionales sanitarios para controlar esta afección a través del tratamiento fisioterapéutico.
Actualmente no hay un protocolo específico para el tratamiento del dolor en pacientes con lipedema, dada su falta de caracterización. La terapia de compresión, el drenaje linfático manual, el tratamiento fisioterapéutico y la liposucción han mostrado ser útiles en la reducción del dolor característico del lipedema. En concreto, la terapia de compresión ha mostrado ser útil para reducir el dolor cuando se emplean las prendas adecuadas y las pacientes las utilizan de forma correcta.
"Las medias de compresión son una parte fundamental en el tratamiento conservador del lipedema. A nivel prequirúrgico, además, tienen un efecto para la fibrosis y permiten facilitar la extracción. Postquirúrgicamente, las medias de compresión contienen en gran medida la inflamación producida por la agresión quirúrgica", recalca Millán.