Según la Organización Mundial de la Salud, al menos 2.200 millones de personas en todo el mundo tienen una deficiencia visual o ceguera, pero resulta aún más llamativo que casi la mitad de estos casos podría haberse evitado o carece de un tratamiento. En España, un informe de práctica clínica elaborado recientemente por Miranza, grupo especializado en oftalmología en España, ha revelado que el 73,3% de las revisiones oculares finaliza con el diagnóstico de algún grado de patología oftalmológica durante la primera consulta, siendo las más frecuentes los defectos de refracción: el astigmatismo (66,6%), la miopía (37,9%) y la hipermetropía (36,2%).
El estudio evaluó a pacientes de todas las edades que acudían a una primera visita al oftalmólogo, siendo las revisiones generales (31,2%), la pérdida de visión (24,7%) y algún interés quirúrgico (21,3%) los motivos más frecuentes para asistir a ellas. Por el contrario, los menos habituales fueron la realización de cribado (5,8%), una segunda opinión (6%) o una revisión de la superficie ocular (11%).
En cuanto al diagnóstico, el 73,3% resultó tener algún grado de patología oftalmológica, siendo el defecto de refracción (80%) el más común. En el caso de la miopía, el estudio puso de manifiesto una mayor incidencia durante las primeras etapas de la infancia, aunque a medida que aumenta la edad, ésta va descendiendo progresivamente. En lo que respecta a la hipermetropía, el volumen de diagnósticos crece durante la edad de adulto mayor y longevo; y en el astigmatismo, el aumento de la incidencia se observa en la medida que aumentaba la edad. Otras enfermedades oftalmológicas frecuentes, según este estudio, son la presbicia (49,3%), la catarata (21,3%), el ojo seco (9,3%) y la degeneración macular asociada a la edad DMAE (7,8%).
Además, merece la pena señalar que, en el caso de los pacientes que acudieron a una primera consulta para realizarse una valoración por cribado, se pudo observar una mayor detección de casos de glaucoma (3,8%), seguida por enfermedad hereditaria de la retina (1,1%) y retinopatía diabética (1,0%).
"A medida que aumenta la edad del paciente, la frecuencia del ojo enfermo también va aumentando, siendo la presbicia, la catarata y las patologías retinianas, las que más aumentan, principalmente, a partir de los 41 años", explica el Dr. Ronald Sánchez Ávila, coordinador del estudio de práctica clínica.
En cuanto al tratamiento, el informe de práctica clínica reporta que se prescribió corrección de defecto refractivo con gafas en el 47,5% de los ojos analizados. En el caso de los pacientes con alguna condición clínica que afecta la superficie ocular, córnea, glaucoma o enfermedad intraocular, se asignó un tratamiento médico tópico o sistémico en el 24,4% de los ojos revisados y aquellos que necesitaron tratamiento quirúrgico fueron el 32,8%. El Dr. Sánchez destaca un incremento en la frecuencia de intervenciones quirúrgicas asociado al paso de la edad, "el mayor número de cirugías se realiza en pacientes mayores de 65 años".
Por último, el estudio también hace referencia a las inyecciones intravítreas (Anti-VEGF), las cuales, son cada vez más frecuentes, y constituyen un tratamiento regular en la población con DMAE.