Los trastornos en la salud afectan al bienestar de las personas y algunos de ellos, como la alteración del sueño, los cambios de humor y la ansiedad vienen provocados por el consumo de tóxicos como el alcohol, que además, puede derivar en enfermedades crónicas. El 21% de los españoles de entre 45 y 54 años asegura consumir bebidas alcohólicas varias veces a la semana, mientras que en los jóvenes de entre 18 y 24 años solo lo reconoce 8 de cada 100. Esta es una de las principales conclusiones que se extraen de un estudio realizado por Bupa, la empresa matriz de Sanitas.
Además, los jóvenes españoles son los que tienen mejor concepto de sí mismos en cuanto al consumo de alcohol. Destaca que el 63% de los españoles entre 18 y 34 años se considera bebedor "leve" o "esporádico" y solo 11 de cada 100 jóvenes admite un consumo algo mayor y se clasifica como bebedor "moderado". Entre los individuos de 45 a 54 años, la mitad de las personas entrevistadas dice que su consumo de alcohol es "leve" mientras que el 19% se incluyen en la categoría de bebedor "moderado". Entre los jóvenes, únicamente el 2% reconoce consumir alcohol a diario, mientras que la mayoría de los encuestados (71%) afirma beber varias veces al mes.
El alcohol puede alterar la frecuencia respiratoria, cardiaca y el funcionamiento del cerebro en sus funciones perceptivas y cognitivas. Estos efectos pueden aparecer de forma gradual al cabo de 10 minutos y pueden alcanzar su punto máximo en alrededor de 40 a 60 minutos. El uso habitual del alcohol deprime el sistema nervioso central, produciendo depresión clínica, confusión y, en los casos graves, psicosis y trastornos mentales.
No obstante, en términos generales, el 73% de los españoles reconoce que bebe alcohol. De este porcentaje, más de la mitad (56%) lo hace varias veces al mes y el resto con mayor frecuencia. La mayoría no considera que se exceda y solo un 2% se cataloga como un gran bebedor.